"Probablemente, el peor domingo del año". Así de contundente se mostraba este mediodía uno de los asiduos vendedores de quesos en el mercado semanal de Cangas de Onís, en una jornada desapacible por el tiempo reinante y también por las normas perimetrales aplicadas a las grandes ciudades de la comunidad autónoma. "Si no hubiese habido plaza hoy tampoco pasaría nada. Se ve algo de gente de fuera de Asturias, más de que aquí", señaló otro vecino, este vinculado al sector carnicero. Ese vino a ser el balance del último domingo de octubre en uno de los puntos turísticos de la región, como es la tradicional "plaza" de la vieja capital del Reino.

"Imagínate como estamos los comercios. La gente apenas compra porque si no pueden salir, ¿para que gastar Y los fines de semana que se podía mover algo más de gente ahora tampoco pueden salir. Así que se nos presenta una situación muy complicada, en la que, cómo no, nosotros tenemos que seguir religiosamente pagando cada mes nuestras rentas, seguros, impuestos ...sin apenas tener ingresos. Nos va a resultar muy difícil poder seguir adelante", aseveró la dueña de un céntrico comercio. Y es que la situación se presenta preocupante para casi todos los sectores casi a las puertas de un invierno que a todas luces será duro.

En su afán de ir mejorando una de las zonas históricas de la antigua Cánicas, el Ayuntamiento de Cangas de Onís instaló una flamante farola con novedosa iluminación -cuatro puntos de luz- en el centro de la plaza del Palaciu Pintu. Sustituyó a otra que estaba obsoleta. Y todo suma, pues hace poco se prohibió el estacionamiento de vehículos en ese empedrado lugar, convirtiéndolo en peatonal. Además, como ya viene siendo habitual en cumplimiento del protocolo de seguridad por la pandemia del Covid-19, se llevó a cabo la pertinente desinfección de los soportales del citado inmueble, el cual alberga en plantas superiores las dependencias de la Agencia Tributaria.

La reordenación del mercado, el pasado mes de julio, resultó todo gran acierto. Prueba de ello, a un lado el estricto protocolo de seguridad exigido por las autoridades sanitarias, desde gel desinfectante para manos en los puntos de acceso al recinto, pasando por la obligatoriedad del uso de la mascarilla, es que sigue siendo cita obligada cada domingo -salvo causa de fuerza mayor-, tanto para visitantes para los propios vecinos. A la vista está que el mercado semanal de Cangas de Onís puede presumir de ser uno de los más seguros, en cuanto a medidas, en la actual situación que toca vivir. Por si fuera poco, el Ayuntamiento coloca grandes paneles portátiles, con plano de situación de ubicación de todos los puestos ambulantes, accesos y demás.