El nuevo borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de los Picos de Europa contempla la posibilidad de reducir las visitas al espacio protegido. Tal como recoge el documento, “en el marco de la gestión del sistema de uso público se realizarán estudios de capacidad de acogida, bajo las premisas de mínimo impacto, seguridad y máxima calidad de la visita, para cada una de las zonas del Parque”.
Será el resultado de esos estudios lo que determine “el establecimiento de cupos que garanticen los objetivos de conservación y protección” del espacio “adecuando el número de visitantes a dicha capacidad”. En ese sentido, “se impulsará la existencia, en los núcleos del área de influencia socioeconómica, de actividades e infraestructuras que eviten la masificación de las zonas más sensibles del Parque y con una menor capacidad de acogida”. Esta iniciativa, abunda el documento rector, “tenderá a equilibrar la distribución de los visitantes en las distintas áreas”.
El borrador llega después de un verano en el que se han registrado masificaciones importantes en distintos puntos del espacio protegido. No sólo fueron frecuentes las colas de personas alrededor de Poncebos o los Lagos de Covadonga, sino que las aglomeraciones se dieron también en las esperas a los autobuses que regulan la llegada de vehículos al parque nacional en la parte canguesa.
El documento, que aún debe ser estudiado por las partes para plantear alegaciones al respecto, prevé también la intención del órgano gestor de “promover el uso del transporte colectivo, la gestión eficaz y control de aparcamientos y todas aquellas medidas tendentes a la reducción del uso de vehículos particulares en los accesos y desplazamientos por el Parque Nacional”. Una medida que se viene desarrollando con el plan de transporte público en la zona canguesa, pero no se aplica con tanta intensidad en Cabrales, pese a la insistencia de los sucesivos alcaldes en solicitar una regulación que evite los colapsos en la circulación, sobre todo en zonas como Poncebos, Sotres o Tielve, donde este verano se registraron momentos de masificaciones importantes. O en Pandébano, una pista agrícola colapsada por los vehículos y que impide la movilidad de los pastores. Teniendo en cuenta ese tipo de problemáticas, el PRUG “dará preferencia al acceso a pie sobre la circulación de vehículos”. También priorizará la adecuación, actualización y mantenimiento de los servicios y equipamientos de uso público.
Acceso restringido
Sin embargo, echa al traste los planes que había de construir un tren cremallera a los Lagos de Covadonga. La propuesta fue defendida por el Partido Popular. El tren partía de Llerices hasta Buferrera, bordeando la vega de Comeya. Los hosteleros aplaudieron la medida. Pero, previsiblemente, no podrá ser. El PRUG recoge que “el acceso motorizado se restringe exclusivamente al derivado del mantenimiento de infraestructuras de interés social y el inherente a los aprovechamientos tradicionales”.
Puntualiza además que “no se permitirá la construcción de nuevos edificios ni instalaciones permanentes, pero se podrán mantener o rehabilitar los existentes”. El documento sí contempla, sin embargo, el remonte mecánico previsto desde la finca de El Repelao hasta la Basílica de Covadonga.
El texto será presentado y debatido en el seno del próximo patronato de Picos de Europa, convocado de forma telemática para el 17 de noviembre.
Se abundará también en el convenio de colaboración entre las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León y Principado de Asturias para la gestión coordinada del Parque.
