“Después de tanto tiempo, ha llegado el momento. Mi primer jabalí en batida; bueno, jabalina, de unos 60 o 70 kilos, y un lance que no olvidaré jamás. Sonará raro, pero el día de la salida al monte tuve una corazonada, algo me decía que hoy le daría muerte a tan esperada pieza”, escribió Bea en Instagram. “La sentí romper entre los matorrales, nada más la vi de perfil, le pegué el primer tiro con éxito, pero se venía hacia mí y le dispare una segunda vez... entonces hincó la rodilla. Y yo sonreía... ¡No podía parar de sonreír! Entre medias, avisaba a mis compañeros y al guarda por la emisora. ¡Había caído! Y no me lo podía creer”, relataba la cazadora.
Feliz
Y si Bea Rosete estaba francamente feliz, más incluso que la afortunada cazadora lo estaba su propio padre, Miguel Rosete, muy aficionado a la caza y que regenta una oficina de seguros en Ribadesella.
“Nada me ha podido hacer más ilusión que verlo a él –en referencia a su progenitor– feliz. Ojalá pueda disfrutar muchísimos años más de su compañía, compartir monte, lances y vivencias. Para eso me ha hecho cazadora, y cuánto se lo agradezco”, resumió la joven de Sinariega (Parres).