“Como vamos tan bien en Asturias, desde el Gobierno del Principado prohíben la realización de una de las mejores pruebas deportivas de montaña: la Travesera”. Es la reflexión que le sale al alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro, muy aficionado a las carreras por montaña, el único regidor asturiano que votó en la última reunión del Patronato del Parque Nacional de los Picos de Europa en contra del nuevo y controvertido Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), pues los alcaldes de Onís, Cabrales y Peñamellera Baja se abstuvieron; y los de Amieva y Peñamellera Alta no asistieron. 

El Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de los Picos de Europa (PRUG), en su artículo 55 y más concretamente en su apartado 9 expone: “En ningún caso se permite la celebración de pruebas o actividades deportivas extraordinarias dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa que transcurran total o parcialmente en horario nocturno, entendiéndose éste como el espacio de tiempo comprendido entre una hora después de la puesta de sol y una hora antes de su salida, según las tablas oficiales de orto y ocaso”. 

“Nos quieren privar de disfrutar de Picos de Europa. Es una prueba deportiva que activa la economía de los concejos en el área de Picos y un referente nacional en carreras de montaña, además de respetuosa con nuestro Parque Nacional, con una organización brillante y ejemplar”, expuso González Castro, quien añadió sobre la Travesera:” Diecisiete años de disfrutar, valorar, respetar y aprender de Picos de Europa. ¡Salvemos la Travesera!”. La carrera tiene su salida, en las últimas ediciones, en El Repelao de Covadonga, al pie del real sitio. 

Por su parte, uno de los más grandes deportistas a nivel internacional como es Kilian Jornet también ha mostrado en redes sociales su apoyo a la Travesera. "Nunca he hecho la Travesera Picos de Europa, pero todos hablan muy bien de ella. Todo el apoyo para que se siga haciendo", escribió en Twitter el catalán que, entre otras gestas, en la madrugada del 21 al 22 de mayo de 2017 hizo cumbre en la formación montañosa del Everest ascendiendo por la cara Norte, sin usar cuerdas, oxígeno, ni ayuda de sherpas en un solo ataque, en un tiempo de 26 horas.