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Llanes regulará “el caos” de los terrenos comunales con una ordenanza municipal

“Hay gente que lleva 20 hectáreas en un pueblo que ni es el suyo mientras los ganaderos locales no pueden acceder”, lamenta el gobierno municipal

Ayuntamiento de Llanes.

Llanes quiere poner orden en los terrenos comunales y la guerra ha empezado entre los afectados. El concejal de Agroganadería, Xuan Valladares, lleva toda la legislatura intentando que las tierras que por “derechos históricos” pertenecen a los vecinos, vuelvan a ellos para ser gestionadas “de una forma justa y equitativa”. Pero el edil se tropieza con la obtusa burocracia, “y así no se avanza”, lamenta. “Un año y medio para intentar sacar una ordenanza y aún no me ha sido posible”, subraya. Ahora comenzará un estudio para la clasificación de estas áreas como Montes Vecinales en Mano Común cuando tengan los antecedentes históricos que lo justifiquen.

“El caos va de punta a punta del concejo, hay gente que lleva 20 hectáreas de comunales en un pueblo que ni es el suyo, mientras que ganaderos de esa localidad no tienen parte en este espacio”, abunda. El conflicto vecinal es evidente, “y no será culpa de quien trate de ordenarlo, sino de quienes permitieron el caos y la degeneración de esos espacios, abandonados por el Ayuntamiento durante veinticinco años”, evidencia. “Sé que esto será una bomba, pero yo no soy político, he venido aquí a ordenar y solucionar todos los problemas que pueda buscando el bien común y la legalidad, y a eso me dedicaré en los dos años que me quedan”, advierte Valladares.

“Hace más de tres décadas que se repartieron lotes a vecinos sin hacer ningún seguimiento, sin comprobar que se cumplían las condiciones, sin renovar los repartos caducos, etcétera, lo que hizo que la gente fuera actuando fuera de regulación e, incluso, en contra de algunas normativas. Se trabajó mucho en las tierras para hacer buenos prados, pero deben entender que lo hicieron sobre terrenos comunales que pertenecen a todo un colectivo vecinal. Se daban a los familiares como si fueran propios, e incluso se arrendaban”, analiza el edil.

Para resolver definitivamente el problema, Valladares trabaja en una nueva ordenanza en donde incluso se fija la creación de una figura municipal que “ayude a los ganaderos pero que también vigile el buen cumplimiento de las normas”. Una forma de no caer en el pasado y generar de nuevo el caos entre vecinos. “Habrá repartos nominativos, pactos de gestión de parcelas por cinco o diez años, si hay nuevas incorporaciones se utilizará el banco de tierras. No puede quedar nadie con derechos históricos fuera, pero es importantísimo proporcionar soporte a los agricultores y ganaderos a título principal. Se intenta optimizar la capacidad de producción, proteger al sector y respetar derechos históricos, un puzzle complejo”, avanza.

El concejal señala que a medio plazo “el beneficio será global”, pues lo justo, apunta, sería crear un sistema rotativo de usos comunales que optimicen la productividad, beneficie a los vecinos y a los sectores que exploten esos terrenos. “Para mí será prioritario el uso profesional, pero si hay una asociación que quiere impulsar un proyecto rural, o un jubilado que quiere plantar habas, tiene derecho”, plantea. Por ahora se han repartido la sierra de Purón y están en proceso en La Borbolla.

El proyecto

  • La ordenanza. El concejal quiere impulsar una normativa local para favorecer un reparto justo y que se roten los terrenos comunales entre vecinos. Se creará una figura de control y se sancionará a quien no cumpla.
  • Uso profesional. El edil de Agroganadería plantea que el uso regulado de los comunales favorezca el desarrollo del sector.

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