Espectacular imagen de la cruz de hierro del Picu Pienzu, uno de los emblemas del Sueve, totalmente cubierta de nieve helada tras la invernal meteorología de estos últimos días. Hasta allí se acercó el parragués Javier Gutiérrez Cuadriello, polifacético deportista y amante de la montaña, para plasmar ese momento de la cruz que data de hace algo más de 66 años, pues, fue bendecida el 18 de septiembre de 1955 por el sacerdote José Dosal quien ofició una misa en la majada de Mergullines. 

La ascensión al Picu Pienzu es sin duda la excursión más bonita que se puede realizar dentro del concejo de Parres. El Pienzu es el pico más alto de la cordillera del Sueve con 1.161 metros de altitud y tiene un enorme interés, entre otras cosas, porque tan solo dista 5 kilómetros de la costa, convirtiéndose así en una de las cumbres más altas y más cercanas a la costa del mundo. Asimismo, en el Sueve se encuentran los últimos ejemplares de caballo asturcón, una especie en vías de extinción. 

La vista desde el Pienzu es famosa: Al Norte el Cantábrico y las localidades costeras asturianas desde Llanes por el Este hasta Gijón por el Oeste. En días claros la vista alcanza aún más lejos. Al Sur, la Cordillera Cantábrica con los majestuosos picos de Europa y en el intermedio todo el rosario de pueblos y sierras costeras del oriente de la comunidad autónoma. 

La cruz del Picu Pienzu, congelada

La cruz del Picu Pienzu, congelada