Producir más leche y hacer quesos de mayor tamaño. Son los objetivos que el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Gamonéu quiere cumplir a lo largo de este año. Para ello, “queremos ampliar las razas de ganado que ahora podemos utilizar para las producciones y nos gustaría poder alcanzar quesos de hasta 10 kilos”, explica Belén Bulnes, presidenta de la entidad.
Su propuesta, fruto del consenso entre los queseros que forman la denominación de origen, está siendo ahora tramitada. “Por el momento hemos trasladado al Principado la petición”, señala Bulnes. De hecho, la dirección general de Desarrollo Rural e Industrias Agrarias de la consejería de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca hacía pública la solicitud de modificación del pliego de condiciones a través del Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). Después, el documento será trasladado al Gobierno de la nación para, más tarde, “ser enviado a Bruselas, donde tendrán la última palabra”, precisa la responsables del consejo regulador.
Los queseros creen que las razas que actualmente pueden criar para producir leche son insufientes para garantizar una producción altamente demandada en el mercado. En el caso del ganado bovino, tienen permitido utilizar leche de la Frisona, Asturiana de los Valles, Pardo Alpina y sus cruces; en ovino, la Lacha, Carranzana y Milschalfe y sus cruces; y en caprino, la Alpino-Pirenaica y Cabra de los Picos de Europa, Murciano-Granadina, Saanen y sus cruces. “Intentaremos abrir un poco esta posibilidad, la oveja Assaf, por ejemplo, es una es una raza ovina de aptitud láctea. Sucede lo mismo con la cabra malagueña, que es más pequeña y produce muy buena leche”, incide Bulnes.
“Necesitamos este cambio, la gestora la propuso a los productores y por unanimidad se aprobó, aunque no es definitivo. De hecho, llevamos tramitándolo un año entero ya”, lamenta la también titular de la quesería D’Onao.
No es la única propuesta. “Según el pliego de condiciones de la denominación de origen, debemos elaborar quesos con una altura de entre 6 y 15 centímetros, un diámetro de entre 10 y 30 , y un peso entre 0,5 y 7 kilos, pero el mercado demanda piezas más grandes”, asegura.
Hostelería y especialistas
Según explica, “los hosteleros y tiendas especializadas aseguran que el corte y la visibilidad de las piezas sería mucho mejor si fueran de mayor tamaño”. Pero, además, Bulnes considera que elaborar quesos de mayor volumen incidiría en una mejor calidad del producto final. “Cuanto mayor sea el tamaño más tiempo de maduración requerirá el queso y, por tanto, estaremos ante una pieza mejor”, asegura.
Algo que no se puede hacer con quesos de menor peso, puesto que “si dejamos una pieza pequeña madurar más tiempo del reglado -unos dos meses para las más pequeñas- sucede que genera más corteza y, al final, el producto que vendemos tiene mucha calidad, pero menos cantidad aprovechable”, explica.
Las propuestas, por tanto, redundarían en una mejora en la marca Gamonéu y satisfarían no sólo la demanda de los productores, sino la de los consumidores que aumentan de forma progresiva. “Ha sido un año muy bueno pese a las previsiones que había en marzo. Pensamos que tendríamos que dejar de producir y resulta que el verano fue inmejorable y la campaña de Navidad un éxito. Todavía, de hecho, seguimos vendiendo en un volumen importante”, celebra Bulnes. Tiene que ver “con que la gente está empezando a apostar por los productos artesanos y de calidad y, además, este año que se ha consumido menos en la hostelería por estar cerrada y porque hay gente reacia a salir debido a la pandemia, la venta a particulares de la propia comarca ha aumentado”, concluye.
