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La comarca “redescubre” el pequeño comercio: la campaña de Navidad, un éxito

“La pandemia ayuda mucho a que la población aprenda a concienciarse de que los empresarios somos vecinos también”, indican desde L’Agostiellu

Melania García del Río y Marisa Díaz Hortal, en la zapatería de la primera, en Cangas de Onís. | Eva San Román

“Los vecinos se han reconciliado y se han concienciado con el comercio local”, lo han “redescubierto”. Y los empresarios de la comarca celebran que la campaña de Navidad ha superado todas expectativas de ventas. Los colectivos que representan a las pequeñas tiendas de barrio de Llanes, Cangas de Onís, Piloña, Parres y Colunga, celebran, en palabras de Raúl Herrero (Llanescor), que la Navidad ha sido “una época buena si tenemos en cuenta el mal tiempo, el momento en el que estábamos y las previsiones que manejábamos”.

Nada de eso mermó la movilidad en Cangas de Onís, donde Melania García del Río (Incatur) apunta que la de su municipio fue “una de las mejores campañas de Navidad” que recuerdan en los últimos años. Para las personas que forman L’Agostiellu de Piloña eso es fruto de “un trabajo de promoción y visibilización”, y esa postura la comparten también en Parres, donde Fidelia Fernández (Asociación de Comerciantes) recuerda el intenso trabajo que han de hacer para lograr que sus vecinos vean en ellos el lugar perfecto donde comprar. En el caso de Colunga, apuntan también a un apoyo “fundamental” del Ayuntamiento que apostó por las pymes del municipio con ayudas económicas y promocionales.

“La gente está contenta porque se salvaron los muebles, no fue una buena campaña, fue bueno para lo que esperaba”, subraya el llanisco Raúl Herrero. Pero si hay que hacer un balance, “fue bien porque se recuperó a la gente de Llanes, que redescubrió el pequeño comercio” por iniciativa propia o atraídos por las promociones y sorteos constantes hechos desde el colectivo. Aunque, las campañas de promoción “ayudan”, a juicio de García del Río no son el único motivo para incentivar las compras. “Nosotros teníamos aquí el sorteo de un cestón valorado en varios miles de euros y si bien es verdad que la gente se apunta, también es cierto que vienen a comprar por a visibilización que ha habido previamente. Es decir, creo que promocionando y dándonos a conocer, la gente recuerda que estamos aquí. Este año hemos tenido clientes de Cangas de Onís y de toda la comarca, gente que otras veces iba a comprar fuera o centraba todas sus compras en las grandes superficies o centros comerciales”.

Lo mismo sucedió en Piloña donde las más de seis decenas de comercios notaron una subida en las ventas con respecto a otros años. Eso sí, con el esfuerzo diario de quienes están tras el mostrador. “Hemos puesto en marcha sorteos de hasta 2.000 euros, hicimos actividades para los niños, creamos yincanas para buscar la magia, incentivamos de alguna forma el movimiento ciudadano y la campaña de Navidad ha sido excelente”, indican desde L’Agostiellu. “Esta pandemia ha ayudado mucho a que la población aprenda a concienciarse de que los comerciantes y los hosteleros somos vecinos también”, celebra.

Fidelia Fernández, celebra que los parragueses “tal vez no han hecho compras de mucho dinero, pero sí se han centrado en los comercios locales. Una cosa es la empatía hacia nosotros y otra el gasto que pueda hacerse”, indican. Claro que desde la asociación que preside llamaron a los clientes con una campaña que les costó 20.000 euros y que, entre otras cosas, sortea un “sueldo anual de 300 euros mensuales” para invertir en el comercio local. Además, hubo dos cestas valoradas en 3.000 euros cada una para sortear entre los clientes. “Mucha gente, con estas cosas y la situación actual, fue reacia a desplazarse a comprar a Oviedo o Gijón. El esfuerzo “mereció la pena” aunque los comerciantes se han autorregalado un incentivo “y sorteamos entre los socios un sueldo de cien euros al mes durante un año” para el afortunado que, cómo no, tendrá que invertirlo en las tiendas de la villa parraguesa.

La campaña con el apoyo municipal del Ayuntamiento de Colunga fue muy bien recibida por los empresarios del concejo. Pero, además, explican desde el colectivo, “los propios gerentes han empezado a poner en marcha iniciativas que hasta la fecha no tenían, como el reparto del servicio que sea a domicilio, desde un pantalón hasta una sesión de fotos. La cercanía, el crear identidad con vídeos promocionales, la imagen, los sorteos y la necesidad de hacer pueblo contando a los vecinos que aquí hay todo lo que existe en la ciudad ha sido básico para salvar la Navidad”.

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