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El alcalde de Cangas de Onís no falla en Samartín

El regidor participó el fin de semana en las labores de la tradicional matanza casera, cita a la que es fiel desde hace dos décadas

El alcalde de Cangas de Onís, el sábado, en plena faena. | J. M. C.

Es época de la matanza casera del gochu en la zona rural. Y, estos días, le toca el turno a una peña de amigos de Sotu Cangues y La Riera, núcleos del concejo de Cangas de Onís, que se vienen reuniendo desde hace la friolera de dos décadas para dar buena cuenta del popular Samartín, todo un rito en las aldeas y pueblos de Asturias. En el grupo se encuentra el alcalde del municipio, José Manuel González, que conoce bien la tarea. Eso sí, todos, cumplen a rajatabla las medidas de seguridad establecidas, tal como mandan los protocolos en esta época de pandemia.

En Sotu Cangues, el regidor, junto a Nacho Rodríguez y Roberto González, se afanan en jornadas maratonianas con dos cerdos, de buenas arrobas –en peso-, como no podía ser de otra manera. “Los compramos ya grandes y luego los rematamos nosotros mes o mes y medio. No es tan fácil encontrarlos como los queremos nosotros. Y el último mes los alimentamos a base de maíz, castaña y bellota, de Sotu y La Riera, que conste”, explica con gracejo Rodríguez.

“Pepín”, como le dicen al Alcalde, ha estado todos estos días atrás muy ocupado con sus quehaceres de despacho en el Consistorio y también “a pie de caleya” atendiendo a las situaciones de los vecinos afectados por los temporales, llámese “Bella” o “Filomena”. Pero también aprovecha su escaso tiempo de ocio entrenando por la montaña de Covadonga, o, como este último sábado, para no fallar en la puntual y anual cita del Samartín. Es el “mondongueru especialista”, encargado de adobar los probes o pantrucos, sin olvidar las morcillas, entre otras exquisiteces gastronómicas. Todo se ejecuta en labor de equipo, sincronizada.

El pasado sábado, en Sotu Cangues, la jornada samartinera de esa peña de amigos de toda la vida estará destinada a descuartizar o despostar los dos cerdos. Ayer, domingo, fue el turno de la elaboración de los chorizos, en los que González Castro también es especialista, dándoles el punto óptimo de picante, según sus compañeros. Más adelante, tras la pertinente curación “de casa”, será el momento de ponerle nota a la campaña chacinera. Cada año “un puntín mejor, en cuanto a calidad del producto”, desean en el grupo.

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