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Indignación en Posada ante el enésimo corte de agua en parte de la parroquia llanisca

Los vecinos exigen la renovación integral de la red para evitar las continuas averías: “Llevamos años así y no es normal, merecemos un servicio digno”

La travesía de Posada de Llanes. Emilio G. Cea

Los vecinos de Bricia, en Llanes, se quedan sin agua “cada poco tiempo”. Los de Sardéu, en Ribadesella, sí cuentan con el servicio, “pero no sirve ni para beber, ni para bañarse, ni para lavar ropa blanca”. En ambos casos, culpan a sus respectivos ayuntamientos de la situación porque, para atajarla en los dos concejos, “únicamente hay que tener voluntad política”.

El que fuera alcalde de Posada, Miguel Ángel Villaverde, llamaba ayer la atención de las carencias del agua en la localidad de Bricia “y en toda la parroquia de Posada de Llanes”. “Ahora mismo hay trece obreros parados en una obra porque no tienen agua y esto no es normal a estas alturas de la vida”, se quejaba. Los vecinos apoyan la reclamación y recuerdan que “aunque arreglan el problema, se repite constantemente”. Tanto es así que “el domingo no tuvimos agua, lo arreglaron, pero nos volvimos a quedar sin ello”, relatan.

“Aquí lo que hace falta es ir al Ayuntamiento a manifestarse delante del Alcalde para que hagan algo de una vez. ¿Tenemos que pensar que es normal que una tubería esté obsoleta y no se cambie? ¿Tenemos que normalizar una avería diaria? Los problemas del agua se repiten desde hace años, antes de que llegaran los actuales gobernantes, pero nadie hace nada”, incide Villaverde.

“Hacen falta dos millones para renovar las tuberías y si el Ayuntamiento no tiene dinero, que se deje de comprar cines o lo reclame al Principado. A nosotros no nos descuentan del recibo los días que no hay agua, mereceremos un servicio digno”, añade.

Ribadesella

En la localidad riosellana de Sardéu sucede algo parecido. “Aquí pagamos como todos, pero no podemos tener la calidad que tienen todos. El agua, sobre todo en época de lluvias, es un bien inservible. No podemos lavar ropa blanca, no podemos beber del grifo, no podemos cocinar, no podemos bañarnos. Un señor ha tenido un problema en la piel porque el agua del grifo sale totalmente turbia y llevamos así ya 4 meses”, narra una vecina. “Aquí hay empresas, casas rurales y viviendas, y uno puede comprar agua para beber o cocinar, pero me parece excesivo tener que comprarla para poder bañarnos o lavar”, afea esta mujer.

“Tenemos una traída que es de hace 40 años, tuberías que se revientan, averías cada poco, pero el Ayuntamiento de Ribadesella nos tiene abandonados, a la zona rural en general, nos dicen que no hay dinero”, añade.

Por su parte, en relación a la situación en Sardéu, el que fuera alcalde pedáneo de la localidad, Ángel Somoano, asegura que la calidad del agua “es buena” y aunque el sedimento a veces está llegando a los hogares “es un problema que hemos tenido aquí de toda la vida, pero que no evita que su uso sea perfectamente saludable”.

La situación

  • Posada. La vieja traída de agua y las anticuadas tuberías se dañan y revientan en algunos tramos, causando cortes de agua en distintos puntos de la parroquia. El problema es recurrente y los vecinos piden soluciones inmediatas para no continuar con la ausencia del servicio.
  • Sardéu. La traída tiene una antiguedad de cuarenta años, la red tiene fallos estructurales y, además, el depósito a través del que debería filtrarse el agua no hace correctamente sus funciones, causa de la turbidez que presenta el agua cuando llega a los hogares, cargada de sedimento.

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