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Trambarría no quiere estar “dejado de la mano de Dios”

El pequeño pueblo de Piloña reclama más atención municipal, empezando por el arreglo de un socavón pendiente desde hace meses

Vecinos de Trambarría y del cercano pueblo de Caleyu, ayer, junto al socavón que se abrió hace seis meses y que reclaman al Ayuntamiento que repare. | Eva San Román

Hace medio año, entre las entradas a los pueblos de Trambarría y Caleyu, dos núcleos rurales del concejo de Piloña, empezó a abrirse un agujero en el firme. Cada vez es mayor. Aún sigue allí, para lamento de los vecinos.

“Seis meses llevamos esperando a que nos lo arreglen, seis meses para arreglar un socavón que era muy pequeño, y que cada vez es más grande y requerirá de mayores soluciones”, se quejan los vecinos del pueblo perteneciente a la parroquia de Coya. “Estamos abandonados totalmente, lo mismo da que nos quejemos o que no lo hagamos, porque ni nos hacen caso ni nos tienen en previsión de nada”, lamentan.

“El otro día un chaval se bajó a señalizarlo, para evitar un accidente, pero el agua lleva cualquier señal de advertencia y estamos todos los días igual. Al final esta situación te lleva al hartazgo. El socavón no es muy grande, pero sí es profundo y cada vez se ensancha más. Podría ser que un corrimiento de agua por debajo del asfalto vaya agrandando cada vez más el paso por el subsuelo, hasta que un día caiga la calzada entera porque acabará estando apoyada sobre aire”, advierten.

Los afectados inciden en que están “dejados de la mano de Dios” y en que no les parece “normal” la situación. Además, subrayan, no es el único problema. Hay un poste medio caído en el pueblo, que temen se desplome definitivamente sobre la vía o sobre alguien y haya una desgracia. Han llamado al 112 después de, dicen, intentar que el Ayuntamiento se hiciera cargo.

“Habrá pocos vecinos, pero pagamos los mismos impuestos que otros”, dicen los afectados

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“El martes llamamos al servicio de emergencias para que al menos quede constancia en alguna parte porque, como pasa como con el socavón, lo mismo da avisar al Ayuntamiento que no hacerlo, viene la Policía local, lo ve, y ya, se pasan la pelota unos a otros y mientras tanto, aquí seguimos con un poste sujeto por un cable dispuesto a caer en cualquier momento sobre la vía. Cuando pase esperemos que no vaya ningún coche ni ningún vecino por debajo. No será por no haberlo avisado con la suficiente insistencia”, advierten.

En Trambarría, el pueblo afectado por el socavón y el poste, “habrá media docena de vecinos, pero que no se nos puede olvidar que pagan los mismos impuestos que cualquier otros”, recuerdan.

Es un núcleo rural con “poca población”, dicen sus vecinos. “Pero tampoco se hace nada para que aumente”, critican.

“Los pueblos se quedan sin gente, marcha la población porque la administración no hace nada por evitarlo. Luego llegan por aquí un día alabando la zona rural y diciendo que harán esto y lo otro, cuando no son capaces ni de arreglar un agujero en la carretera por la que transitan vehículos que van a un pueblo que, al menos por el momento, está habitado por ciudadanos que están empadronados en el concejo de Piloña”, inciden los afectados.

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