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Achacan las continuas riadas en Soberrón (Llanes) a defectos en la obra de la autovía

El arroyo Mesa vuelve a desbordarse, según los vecinos a causa del agua derivada de la Transcantábrica, y anega casas y corta carreteras y caminos

El arroyo Mesa desbordado en el cruce de la carretera que se bifurca hacia La Galguera y Soberrón, en Llanes. | R. E. San Román

Ha vuelto a suceder. El arroyo Mesa ha vuelto a desbordarse, inundando casas y cortando accesos a los pueblos de La Galguera, La Pereda y Soberrón, en el concejo de Llanes. Llueve sobre mojado, nunca mejor dicho, porque los vecinos llevan años denunciando una situación que se repite varias veces al año, cada vez que llueve con cierta intensidad. Los afectados sostienen que la “culpa” es de la autovía del Cantábrico; o, mejor dicho, de las obras que se ejecutaron para derivar las escorrentías cuando se construyó la Transcantábrica. Y se quejan amargamente porque ya se han dirigido a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, a la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias y al Ayuntamiento de Llanes. Y ni este, ni ese, ni aquel organismo les han hecho el más mínimo caso. La propietaria de un hotel rural en la zona, Atocha Alós, clamaba ayer por una solución y subrayaba que los vecinos están “hartos” de verse ninguneados.

Alós envió una carta a la Confederación hace unos meses. En ella indicaba que el arroyo Mesa se desbordaba en el pasado ocasionalmente, “quizá cuatro o cinco veces en veinte años”, siempre coincidiendo con lluvias “de alta intensidad” y “sin causar demasiado perjuicio”. Sin embargo, desde hace cuatro años ha aumentado de manera notable la frecuencia de los desbordamientos, y también su intensidad y extensión. De hecho, en numerosas ocasiones las crecidas convierten en impracticables las vías públicas y caminos de la zona. Y en el caso concreto de Alós, anegan los accesos a su propiedad y su vivienda, “bastando para llegar a este punto crítico una lluvia un poco más fuerte que un orbayo”, subraya.

La empresaria envió incluso un gráfico a la Confederación, explicando los lugares afectados por las riadas y numerosos testimonios gráficos, en los que se aprecia que la zona “queda anegada y los caminos y carreteras (algunos de nuevo trazado) cortados. Todo ello debido “a la remodelación de toda la red viaria de la zona con ocasión de la construcción de la autovía del Cantábrico”.

Un camión atrapado en el agua en Soberrón.

Y es que más allá de los ciclos de pluviosidad naturales, los vecinos achacan las reiteradas inundaciones a “la profunda alteración del volumen de aportes hídricos recibidos por el arroyo Mesa, ocurrida a raíz de la construcción del tramo de la autovía del Cantábrico a su paso por Llanes”, y también, muy especialmente, a “la falta de limpieza y mantenimiento del cauce, labor para la cual los ribereños no estamos facultados, so pena de multa”, resalta Alós.

Además, en cuanto llueve con cierta intensidad, el flujo de agua arrastra todo tipo de ramas y restos vegetales, lo que incrementa el riesgo de inundación y los niveles del agua. Los vecinos piden a la Confederación que estudie medidas de limpieza y canalización para minimizar los daños.

Ayer también se registraron inundaciones en la villa llanisca, y en una calle de Celoriu (Llanes), así como una balsa de agua en un carril de la N-634 cerca de Arriondas.

El entorno de la senda del Carrocéu en la villa llanisca.

La senda del río Carrocéu, anegada

La lluvia y las deficientes canalizaciones provocaron ayer que se inundara la senda del río Carrocéu y su entorno, entre la capital llanisca y la localidad de Parres.

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