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Luto en Cangas de Onís: muere Luis Miguel Ortiz Cortés, primer alcalde democrático

El que fuera regidor del municipio entre 1979 y 1983 fue “un paisano íntegro”, subrayan sus vecinos

Luis Miguel Ortiz Cortés.

Luis Miguel Ortiz Cortés fue “un paisano íntegro”. Un hombre muy conocido y querido en toda la comarca oriental. Y el primer alcalde elegido “por sus vecinos” en el municipio donde vivió, Cangas de Onís. Ahora el Ayuntamiento de este municipio ha decretado luto oficial hasta la medianoche de hoy, día 24, tras la muerte del que fuera el primer alcalde de la democracia en el concejo, entre los años 1979 y 1983, en las filas de la Unión de Centro Democrático (UCD), y concejal por el Centro Democrático y Social (CDS) dos legislaturas más adelante. Ortiz falleció ayer, a los 91 años, y será despedido en la intimidad familiar. Las banderas de todos los edificios municipales ondean a media asta.

“Una de las cosas que más orgullo le hacía sentir era haber sido alcalde de su ciudad, de su concejo. No por el cargo en sí, sino porque lo habían elegido sus propios vecinos”, aseguró ayer uno de sus cuatro hijos, Josechu Ortiz. “No recuerdo si cobraba 5.000 o 10.000 pesetas, pero en cualquier caso él no accedió a ser alcalde para vivir de ello, no lo necesitaba. Él tenía su trabajo y, por eso, todo lo que cobraba del Ayuntamiento lo donaba a la Fundación Camila Beceña”, recuerda. “Nunca se tomó su función de alcalde como un empleo, para él aquello no revertía ningún beneficio personal, ni tampoco tenía ambición política alguna, solo era una cuestión de servicio a su pueblo”, subrayó Josechu Ortiz.

Y pese a que los tiempos no fueron fáciles, logró actuaciones de suma importancia para el municipio, tales como la renovación completa de la red de abastecimiento de agua de Cangas de Onís, el alumbrado público en algunos pueblos del municipio o el frontón de Contranquil, tal y como recordaba ayer el actual alcalde, José Manuel González Castro. No se empezaron las obras siendo él alcalde, pero el polideportivo y el mercado de ganados se construyeron gracias a las gestiones que él y su equipo realizaron durante su mandato en el Ayuntamiento.

Gran aficionado a la pesca, antes de ser elegido alcalde, Ortiz, abogado de profesión, había sido juez de primera instancia en el Juzgado de Cangas de Onís. Luego, durante 32 años, fue el director de la Caja de Ahorros de Asturias ubicada en la ciudad canguesa; actividad que suspendió durante los cuatro años en los que fue regidor. Fue ahí, en la entidad bancaria, donde conoció a sus vecinos. “Le gustaba mucho charlar. Era un hombre culto, muy educado, una persona muy cordial con una conversación amplia”, rememoraban ayer vecinos de Cangas. Todos lo conocían. “Lo saludaban allá donde íbamos, siempre lo quisieron, yo recuerdo que la gente se acercaba a él y lo trataban con cariño y con respeto”, celebró Josechu Ortiz.

Quienes le conocían aseguran que fue “un gran paisano”. Viajó mucho, por toda Europa y parte de América, y disfrutó la vida. Junto a su esposa (Emma Muñiz Fernández) formó un equipo inseparable. Tuvieron cuatro hijos: Emma, Mariqui, Luis y Josechu. “Estamos tristes por este momento –indica Josechu Ortiz en alusión a la muerte–, pero contentos porque tuvo la vida que quiso tener y la disfrutó todo lo que pudo”.

Luis Miguel Ortiz Cortés nació el 22 de agosto de 1929 en Posada de Llanes. Aquello solo fue una carambola por ser el pueblo llanisco el lugar de vacaciones de la familia. Pronto volvieron a Cangas de Onís, al Palacio Cortés, en el que creció.

Cuando Ortiz dejó la política “disfrutó viendo cómo Cangas de Onís crecía, cómo se abrían negocios y se llenaba de gente. Aquella evolución le producía una gran satisfacción porque él siempre quiso lo mejor para este lugar” , recordó su hijo. Hoy, ese lugar, Cangas de Onís, está de luto y muestra la tristeza por despedir a un hombre que les sirvió sin más pretensión que la de ser un gestor.

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