“Un galimatías”. El alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás, reconoció ayer la enorme dificultad que entraña desbloquear la situación del edificio que iba a albergar la escuela infantil de Colombres, en cuya construcción se gastaron 300.000 euros, parte de ellos procedentes de ayudas europeas, pero que nunca se terminó. La consejera de Educación, Carmen Suárez, y Bordás conversaron ayer en busca de una salida para el edificio, para cuya terminación como escuela infantil harían falta otros 200.000 euros. No la hallaron, pero quedaron en estudiar diferentes alternativas en las próximas semanas. Una de ellas, una posible cesión al Ayuntamiento de Ribadedeva para destinarlo a otros usos, aunque reservando espacio para la escuela infantil.

El gobierno local quiere resolver de una vez por todas la situación de este edificio, heredada de anteriores mandatos, y de ahí su propuesta para asumir la titularidad del inmueble.