La Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha sancionado al Ayuntamiento de Cangas de Onís por verter de forma continuada aguas residuales al río Sella procedentes del pueblo de Tornín.

La sanción la anuncia la Coordinadora Ecologista de Asturias, que recuerda que ya denunció el caso al Gobierno regional y al propio organismo “en varias ocasiones”. Según recuerdan, “es obligatorio desde el año 2008 el tratamiento de las aguas residuales en cualquier población”, pese a que esta práctica “no hacen todavía en Asturias muchos concejos, a pesar de que seguimos pagando el canon de saneamiento”, denuncian.

El espacio afectado está protegido desde 2014, cuando se declaró Zona Especial de Conservación río Sella por sus valores naturales de flora y fauna y ahora “se ven afectadas por los continuos vertidos, dañando a las especies más significativas”, lamentan los conservacionistas.

La mala gestión de las aguas, insisten, es perjudicial “para la salud por el consumo de aguas contaminadas por excrementos, o el impacto que genera en los cultivos regados con estas aguas contaminadas y para el medio ambiente por la evidente degradación del ecosistema”.