La Guardia Civil le está poniendo el cerco a un vecino de Cangas de Onís, de 53 años y ganadero, que podría estar detrás del incendio forestal en el monte de la Cruz de Priena de Covadonga. Un fuego que, además del daño medioambiental al que ha sometido a la zona, provocó un riesgo evidente en viviendas de las proximidades, y ha perjudicado notablemente el enclave mariano por la alteración paisajística que supone en un lugar tan fotografiado.

Según se ha informado hoy desde la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón, se están culminando las investigaciones sobre el incendio originado frente al Santuario de Covadonga, procediendo a la toma de manifestación en calidad de investigado de un vecino de Cangas de Onís como supuesto autor del mismo. Fue el pasado día 15 de febrero cuando se producía el citado fuego frente al Santuario de Covadonga, entre Llerices y el monte de la Cruz de Priena, que terminó afectando a 116 hectáreas de matorral y arbolado autóctono, 85 de ellas situadas en el interior del Parque Nacional de Picos de Europa. Para su extinción fue necesario la intervención de varias dotaciones de Bomberos de Asturias y dos cooperativas forestales, llegándose a poner en peligro varias viviendas de la zona baja del mismo, próximas a Covadonga.

Investigadores de la Guardia Civil, en el lugar de una quema.

Tras un mes de investigaciones, el Seprona de esta Comandancia de Gijón, en colaboración con la Brigada de Investigación de Incendios Forestales del Principado de Asturias (BRIPA) del Oriente y la Guardería del Parque Nacional de Picos de Europa, han podido determinar el origen intencionado del mismo, con varios puntos de inicio y cuya finalidad fue la regeneración de pastos.

Para el esclarecimiento de los hechos fue de vital importancia el aviso de un guarda del Parque de los Picos, quien pudo visualizar desde un punto de vigilancia establecido cercano a las antenas de Següenco, cómo una persona iniciaba hasta cuatro puntos de fuego en una de las laderas del monte de la Cruz de Priena, pudiendo seguir sus movimientos a través de la luz proyectada con su linterna, y ver cómo abandonaba la zona en un vehículo, el cual no pudo ser identificado en un primer momento por la escasa visibilidad existente.

Cuando las patrullas de la Guardia Civil alertadas llegaron a la zona, realizaron una batida, localizando el vehículo del investigado en las proximidades de una estabulación cercana de la que es propietario, y cuyo ganado pasta habitualmente en la zona afectada por el incendio.

Agentes del Seprona revisan una zona quemada.

Si bien no se localizó a esta persona en esos momentos, del resto de la información recabada y de las inspecciones llevadas a cabo por el Equipo de Investigación de Incendios del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón se pudo determinar tanto la intencionalidad del incendio, como la identidad de su autor, al cual se le imputó un delito contra la seguridad colectiva‑incendio forestal.

Las diligencias fueron entregadas en la Fiscalía de Medio Ambiente del Principado de Asturias.

En Asturias, la Guardia Civil tiene establecido un dispositivo especial de prevención e investigación de incendios forestales que abarca el periodo comprendido entre el 15 de enero y el 30 de abril, ya que es en estas fechas cuando hay mayor riesgo de incendios en el Principado.

En lo que va de año, se ha llevado a cabo la toma de manifestación en calidad de investigados de 7 personas, en esta Comandancia de Gijón, por considerarse causantes de 7 incendios en los municipios de Llanes (2), Piloña (3), Laviana (1) y Cangas de Onís (1), afectando a un total de 183 hectáreas de terreno, y cuyo motivo es común en todos: la regeneración de pastos.

Según explican los portavoces de la Comandancia, existe una total colaboración entre el Seprona y las Brigadas de investigación de Incendios forestales (BRIPAS) dependiente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).