Desarrollar el sector primario es uno de los objetivos del Ayuntamiento de Colunga. Porque fomentará el asentamiento de población, se evitará el éxodo juvenil, se generará empleo y se dará una oportunidad a quienes escogen el instituto de Luces para formarse profesionalmente en sus módulos relacionados con el sector agroganadero.

La alcaldesa, la socialista Sandra Cuesta, anunció ayer su intención de cambiar el uso de unas 60 hectáreas de suelo forestal para declararlo de interés agrícola en unos terrenos ubicados en el entorno del instituto de Luces. “Planteamos la propuesta al centro para conocer su opinión y ofrecer este espacio como alternativa a la gente que se forma aquí”, explicó la regidora. Y con el visto bueno de los docentes, el proceso se inició con el fin de que “estos terrenos puedan desarrollar actividades de cultivo de frutos rojos” tales como arándanos o frambuesas. La idea ya ha despertado el interés de varias empresas: “Nos han contactado para plantearnos varias iniciativas para invertir en este suelo, algunas a nivel estatal y otras extranjeras”, adelantó Cuesta, que ya avanzó que el suelo cambiará su uso si en el próximo Pleno lo aprueban los concejales de la Corporación colunguesa.

Sandra Cuesta realizó estas declaraciones al finalizar la visita que el director general de Enseñanzas Profesionales, Javier Cueli, y la directora gerente del Servicio Público de Empleo del Principado (Sepepa), Pilar Varela, hicieron al centro educativo colungués. Los dirigentes regionales acudieron a las instalaciones para continuar implementando “un estudio sobre la revitalización del medio rural en Asturias, pensando en cómo favorecer que haya actividad en estas zonas”. Todo ello llevado a su ámbito de trabajo, “la formación para el empleo”, detalló Varela, que avanzó que se lleva “un análisis muy al detalle de lo que se está haciendo aquí –en el instituto– y las posibilidades de colaborar en el futuro” como puede ser con la incorporación de “algún tipo de certificado de profesionalidad que complemente lo que se estudia en la Formación Profesional reglada, ese es nuestro campo, no hablamos de ninguna especialidad en concreto, pero hay muchas posibilidades”, insistió.

“Erasmus”

Las posibilidades de Luces vienen acompañadas, casi siempre, de las propuestas del propio equipo docente, donde no les parece suficiente formar a su alumnado, sino que prefieren que éste al acabar tenga un lugar donde dar salida a su conocimiento. Marisol Martínez, profesora de Ganadería y Asistencia en Sanidad, explicó a los responsables regionales que desde Luces se participa en un proyecto “Erasmus” junto a varios centros de Europa que pretenden combatir el reto de la despoblación generando empleo en el mismo lugar donde se nace, se crece y se forma a las personas. “Noruega, Dinamarca, Italia, Croacia, Bélgica y nosotros –los integrantes de este proyecto– compartimos los mismos problemas en la zona rural: los jóvenes quieren irse”, resumió Martínez. “Así que con este programa intentamos fomentar el emprendimiento en estas zonas rurales, dar una formación que después cree empleo y así fijar a la población” formada en los centros.

A través de este tipo de programas, detalló la profesora, “se puede ver cómo es posible dinamizar y hacer atractivo quedarse en el pueblo siempre que existan una perspectiva realista, claro está”, evidenció. Los alumnos han de “generar un proyecto realista de emprendimiento en Luces”, resumió la docente. Participarán todos los alumnos matriculados en el ciclo formativo, “todos aquellos que escojan la formación agraria” y, por ende, todos aquellos que de forma casi inevitable “están abocados al autoempleo”.

La crisis sanitaria no ha permitido desarrollar este proyecto de forma completa. “No está contemplada la movilidad de los estudiantes” y, de hecho, los dos encuentros que han mantenido los centros educativos, docentes y alumnos, han sido telemáticos. “La idea es que los profesores sí mantengan esa movilidad”, con lo que está previsto viajar a Croacia e Italia próximamente, “si la situación lo permite”. Si no, la formación continuará de forma telemática, como ha sucedido hasta la fecha.

“No pueden convivir diez vacas y doce gamos en una finca del Sueve”, denuncian los ganaderos

“La falda del Sueve está gravemente afectada por los daños que producen el gamo, el jabalí y el venado. No puede ser que existan diez vacas y doce gamos en una finca” porque la estadística no arroja buenos resultados para el ganadero que cría el rebaño en cuestión. Entre otras cosas, por el contagio de enfermedades. La queja la planteó ayer Ángel Roza, propietario de la ganadería La Trapa, ubicada en Libardón (Colunga), durante la visita que realizaron el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, y el director general de Ganadería y Sanidad Animal, Nino Rodríguez. “Somos capaces de subsistir en sitios como este, pero los políticos deben conocer de primera mano nuestros problemas, que vean dónde vivimos y a qué problemas nos enfrentamos, que vean de primera mano que, para plantar, este hombre tiene que bajar a Colunga porque más arriba los daños de especies cinegéticas acaban con todo”, expuso Armando Gutiérrez, presidente de la asociación de ganaderos de Piloña y de los concejos limítrofes. “Siempre convivimos con ellos, pero ahora tenemos una superpoblación de fauna silvestre que debe ser controlada. Es imposible sembrar nada y, además, está la transmisión de enfermedades. Luego somos nosotros quienes tenemos que superar los saneamientos”, recordó. Alejandro Calvo y Nino Rodríguez tomaron nota de todo porque “venimos a conocer las problemáticas de la ganadería, la situación del sector, la evolución de los precios de la carne, la rentabilidad de este ganado...”, pero también para hablar de futuro porque “tenemos que mejorar la gestión, los controles y los daños, y sin olvidarnos de hablar de novedades y oportunidades”, avanzó el consejero de Medio Rural.