Ponga se encamina en solitario hacia los avances del siglo XXI porque las llamadas de apoyo para lograr una mejor conectividad en el municipio no han sido atendidas. El concejo al completo se ha quedado fuera del Plan de Extensión de la Banda Ancha (PEBA) –impulsado por el Estado– pese a las reiteradas peticiones de la alcaldesa, Marta Alonso, de que su territorio pueda contar con un acceso a internet y a telefonía dignos. “Nadie obliga a las empresas que optan a las ayudas públicas de ese plan a extender su tecnología en concejos que son menos rentables, así que desde el Ayuntamiento se ha iniciado una ronda de contactos con empresas y sólo una de ellas ha accedido a instalar infraestructuras en Ponga”, celebra la regidora.
Por ahora, están dotadas con repetidores la capital, San Juan de Beleño, y el pueblo de Tanda. De este modo, tendrían cobertura, total o parcial, las localidades de San Juan de Beleño, Abiegos, Cadenaba, Viegu, Tanda y Taranes. Pero la empresa ya trabaja en una segunda fase para desplegar la posibilidad de acceso a internet a una mayor velocidad en Sellaño, Tribierto, Priesca, Ambingue, Carangas, San Ignacio y Sobrefoz, entre otras localidades.
Alonso sabe que esto es sólo un pequeño paso para cubrir las necesidades de sus vecinos, pero el margen de maniobra municipal no es demasiado amplio. “Con esto solucionamos que los pueblos naveguen a una buena velocidad de internet, pero seguimos teniendo problemas en la cobertura móvil”, lamenta la regidora, que ya ha llamado la atención en incontables ocasiones sobre la necesidad, “por una cuestión de seguridad”, de tener cobertura de móvil tras detectar zonas “donde no hay acceso ni para llamar al 112”.
