Asturias tiene una deuda con los escaladores que un día abrieron las vías que hoy permiten llegar a la cima del Picu Urriellu por un centenar de rutas. Ellos dieron vida, a nivel mundial, al alma del conocido popularmente como Naranjo de Bulnes. Crearon a su alrededor mitos, leyendas e historias. Y la región, la sociedad asturiana, les debe, como poco, un homenaje.
Bernabé Aguirre, miembro en la reserva del Greim, alpinista, montañero y escalador que acumula 655 ascensiones al Picu, junto con los que fueran en la década de los 70 guardas del refugio de Urriellu, José Luis Álvarez y José Manuel García, y el apoyo de Esther Canteli, han convocado para el próximo otoño –si la pandemia lo permite– el primer encuentro de escaladores históricos del Picu Urriellu.
Será en Cabrales, durante un fin de semana que comenzará el viernes, con la recepción de los más de 150 escaladores –de hasta 88 años– que tienen un pedazo de su trayectoria deportiva vinculada a la caliza de uno de los hitos de la escalada mundial.
Aguirre y Canteli mantuvieron ayer una reunión telemática con la directora general de Deportes del Gobierno regional, Beatriz Álvarez Mesa, y el resultado “no ha podido ser mejor”, celebró Aguirre al terminar. El trabajo le corresponde a los primeros, pero el Ejecutivo les prestará todo su apoyo en la iniciativa, que aspira a ser un homenaje tardío y que incluirá mesas redondas más formales, “y paseos donde empaparse de lo que saben todos aquellos que fueron aperturistas”. En Bulnes se fijará un encuentro que promete ser entrañable, porque era en la localidad donde “todos nos encontrábamos” antes de ir a escalar el Urriellu.
