“No es lo mismo que te enseñen las masas y los pesos, que ir a pesar harina al Molinu de Amada. No es lo mismo aprender los cambios estacionales que verlos por la ventana de clase. No es lo mismo que te expliquen la vida, que vivirla al par de ti”. Es un resumen de lo que aporta la escuela rural frente a la urbana y los ejemplos, basados en su experiencia, los pone Manuel Paz, el presidente de la Junta Vecinal de Vibañu (Llanes), que se ha empeñado en salvar el centro escolar de su pueblo, en el que él estudió y al que no quiere ver echar el cierre.

La escuela rural reivindica su papel en la educación de los niños. Los vecinos de los pueblos defienden, además, que se mantengan abiertas porque dan vida. Es lo que pensaron desde la junta vecinal, que ha impulsado un vídeo que pretende viralizar con la idea de “dar a conocer a los padres los beneficios de este tipo de escuelas” que por “falta de información de las administraciones” acabarán echando el cierre si las matriculaciones no suben. “En concreto, en Vibañu tenemos seis críos, si baja la matrícula en uno sólo se cerrará”, advierte Paz. “Y otros centros rurales agrupados de la zona están en la misma situación, al límite de matrículas”, subraya.

Una de las aulas.

Para trasladar aquello que tanto le ha servido para “andar por la vida” nació un “mini documental” con testimonios de docentes actuales como Rocío Insúa o Andrea Lledías, y también de padres que optaron por la escuela de Vibañu en lugar de por la de Posada. La iniciativa cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Llanes.

“La administración no aporta la información adecuada, ni pone a disposición de los padres el abanico de oportunidades de estos colegios. Queremos hacerlo ver, explicar los grandes beneficios”, insiste Paz.