El denominado “Encuentro Cofrade Emunáh G-10”, celebrado en Puebla, México, ha seleccionado por primera vez a un grupo español para participar en su próxima edición. Los afortunados son los componentes de la Cofradía del Vía Crucis Viviente de Infiesto, aunque desde la organización destacan que “este es un premio al esfuerzo de todo el pueblo que se vuelca en la organización de las representaciones”. Tras dos años consecutivos sin poder celebrar los ya tradicionales actos de Semana Santa debido a las restricciones impuestas por la pandemia, esta noticia es toda una esperanza para ellos, pues les da la posibilidad de llevar a efecto las representaciones que tienen preparadas.
Han sido seleccionados en México como unas de las cofradías que mejor representan la Pasión de Cristo a juicio del encuentro del país azteca, que conocieron a los de Piloña gracias a las redes sociales. La celebración del evento anual del colectivo mexicano ha sido pospuesta hasta septiembre por la crisis sanitaria, pero desde la organización asturiana están deseosos de poder participar. “Estamos muy honrados porque es mucho trabajo, mucho esfuerzo y que logremos que traspase fronteras siempre es una satisfacción”, asegura Patricia Miriam Martínez, presidenta de la cofradía del Vía Crucis Viviente de Infiesto.
En el evento participarán más de treinta grupos de diferentes nacionalidades y acudirán desde Piloña unas 15 personas como comitiva de representación de las más de 300 que participan normalmente en las actividades organizadas para Semana Santa. “Es un gran montaje que allí recrean de manera más reducida, solo con los actores principales”, explica Martínez.
Este año, no obstante, añade, es posible que se plantee también la posibilidad de que pueda llevarse a cabo la representación desde Infiesto y que se retransmita en directo a otros puntos del mundo, aunque en condiciones normales se trasladaría todo el montaje y se representaría en México.
Está por ver, pero sería una atípica Semana Santa en pleno septiembre, fecha en la que se vería por las calles de Infiesto una representación de dos días, con el montaje que hubieran recreado hace escasas fechas de no haberse cancelados los actos por la pandemia.
Se trataría de actos a desarrollar el 4 de septiembre, en el que se representaría lo que habitualmente pueden disfrutar el día de Jueves Santo, esto es, la representación de “La Última Cena”, con el escenario preparado para hacerlo en la Iglesia; la Oración en el Huerto de los Olivos, al aire libre; y el juicio de Sanedrín, cuyos decorados se instalarán en la calle. El día 5 de septiembre se representaría, también en la calle, el Via Crucis propio de Viernes Santo, con sus doce estaciones. Los actos podrían retransmitirse de esta manera en México, asegura Martínez.
“Son eventos que llevan mucho trabajo y muchos días”, añaden desde el colectivo. Sobre la posibilidad de atraer público para el acto, admiten que, aunque la pandemia marque ciertas limitaciones, confían en que se pueda celebrar y que ya para esas fechas “la situación sea de un gran porcentaje de la población vacunada, respetando distancias de seguridad y el aforo por la calle, controlado por Protección Civil y Policía”.
Por otro lado, tradicionalmente, el impacto económico de esta actividad para el municipio y para la comarca es más que significativo, con una ocupación hotelera que roza o llega al lleno durante los días de las celebraciones.
El colectivo incide en que los actos benefician a toda la comarca y agradece contar con un “apoyo total e incondicional del Ayuntamiento” y de los vecinos.“La gente trabaja muchísimo, es un gran equipo, todo el pueblo se vuelca, desde el niño más pequeño hasta la persona más anciana del pueblo y ahora hemos recibido muchas llamadas dándonos la enhorabuena”, concluye.
