Oskar Proy, el joven que hizo viral el “Asturias Patria Querida”, allá por el año 2018, en las audiciones a ciegas de la versión australiana del programa The Voice ha perdido a su referente asturiano: su abuela, Mónica Díaz, a la que en aquel momento tan singular de su trayectoria artística dedicó la canción que sonó en las Antípodas.
Mónica Díaz, abuela paterna del joven australiano, era natural del núcleo rural de Llanu Margolles (Cangas de Onís), y había emigrado siendo muy joven a Oceanía donde acabó echando raíces. En los últimos años sufría demencia, lo que había condicionado mucho su vida.
El joven artista y su padre, Edgar, estuvieron en Asturias en el año 2018, invitados por el Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), que preside Juan Manuel Feliz Granda, y por el Ayuntamiento de Cangas de Onís. Se celebraba una nueva edición de la Fiesta de las Piraguas de Asturias y se pensó que era el momento perfecto para que el artista que había entonado el himno regional en Australia pudiera conocer el pueblo originario de Mónica Díaz, abuela y madre de los dos invitados.
Oskar Proy, con su guitarra, hizo vibrar al público que acudió al Sella-2018, cantando el himno de Asturias desde la atalaya del puente Emilio Llamedo Olivera, en Arriondas (Parres), en los prolegómenos de la salida de la prueba deportiva. El próximo día 15, a las 12.00 horas, se oficiará una misa en la iglesia parroquial de San Martín de Peruyes (Margolles) en memoria de Mónica Díaz.