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Un cangués con muy buen tino

Juan Ignacio Tarapiella, medalla de plata en la Copa Nacional de tiro: “Cuando empecé nunca había cogido un arma”

Juan Ignacio Tarapiella. | Á. F.

El tirador del Club de Tiro Olímpico de Cangas de Onís Juan Ignacio Tarapiella logró hacerse con la medalla de plata en la Copa Nacional de F Class 100 Metros celebrada en Granada, a tan solo un punto de diferencia del primero por lo que, dice, fue “una cuestión de viento”. En la competición, en la que participaron más de 80 tiradores, brillaron también sus compañeros Fernando Pérez Villar, Javier Remis, Florentino Cardín, Alberto García y Cristian Alonso, colocándose entre los doce primeros en esa especialidad.

Tarapiella, cangués, lleva cuatro años en el club, de cuya existencia se enteró por casualidad: “Coincidí durante una cena con el presidente, que llevaba una chaqueta con el nombre del equipo y cuando lo leí me acerqué a preguntar”. Siempre le llamó la atención este deporte que, recalca, “es como cualquier otro a todos los efectos”. Una vez decidió entrar a formar parte del Club de Tiro y consiguió la licencia de armas para uso exclusivamente deportivo, comenzó de cero: “Cuando empecé nunca había cogido un arma”.

Durante la pandemia continuó entrenando porque los puestos están debidamente separados y contaban con mamparas por seguridad. Aunque dentro del deporte sí ha habido cambios debidos al covid. Se han creado competiciones de clasificación para el Campeonato de España con la intención de hacer cribas y no generar la masificación de otros años en la competición final. Aún así los tiradores clasificados rondan el centenar. Tarapiella ya está clasificado para ese Nacional que se celebrará el próximo 30 de junio en Granada.

En los entrenamientos “hay veces que hablando se aprende más que tirando”. Entrena dos o tres veces por semana, aunque no durante muchas horas: “Sobre todo si se tiene un mal día es mejor no estar mucho, normalmente se hacen unos treinta tiros, si haces más solo consigues recargarte”.

No le gusta la caza y le molesta que en ocasiones se perciba la práctica de tiro deportivo como “algo violento”. Es una afición y “un deporte muy caro con el que no se gana nada”, admite. Dice que la práctica de tiro le libera de mucho estrés y tensión. Por esos beneficios apunta a la necesidad de crear cantera y apuesta por la construcción de instalaciones de iniciación en Cangas.

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