El grito de júbilo de Miguel Ángel Roldán retumbó esta tarde en los Picos de Europa a las 15.15 horas, al llegar a la cima del Urriellu. Su tenue hilo de voz habitual, a causa de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padece, sonó atronador y desgarrador, de los que tocan el alma. El reto físico estaba conseguido, tras cuatro horas y cuarto de un esfuerzo sobrehumano. Se acababa de convertir en el primer enfermo de ELA que llegaba a esta cumbre. El cordobés, de 41 años, quería dar visibilidad a su dolencia y reclamar mayor atención sobre ella para que se invierta en investigación. Ese objetivo también lo consiguió. Más de 11.000 personas llegaron a conectarse a la retransmisión en directo que realizaron a través de internet.
La expedición adoptó el nombre de “Urriela”, combinando en la denominación la del Picu Urriellu con el de las iniciales de la enfermedad. La iniciativa forma parte del proyecto “Los 5 gritos contra el ELA”. Cuatro personas que padecen esta enfermedad degenerativa están protagonizando estas hazañas, a pesar de las graves limitaciones físicas que les va provocando la dolencia.
Con lo ocurrido hoy en la cima del Naranjo, son ya tres los “gritos” o retos cumplidos. El primero se denominó “Dar Dar ELAntártia” (2019), el segundo “TeidELA Ruta 04” (2020), que también protagonizó Miguel Ángel Roldán, y se suma el de esta tarde, el “UrriELA”.
A Miguel Ángel Roldán, comocido como “Mikel”, le diagnosticaron ELA hace tres años, pero no se rindió. Es preparador físico y profesor de Educación Física y practicó Triatlón en el pasado. La enfermedad le afecta al habla, a sus manos y brazos, pero él sigue sin rendirse. A pesar de las dificultades de movilidad, superó el reto de ascender a 2.519 metros, convirtiéndose en el primer enfermo de ELA en subir a la cima del Naranjo de Bulnes.
Desde la Vega de Urriellu se oían constantes voces de ánimo que le gritaban “Vamos Mikel”. A las que él respondía animando a su equipo y a sí mismo. No fue fácil aceptar el diagnóstico, pero se propuso hacer todo lo que estuviera en sus manos para dar visibilidad a todas las personas que están pasando por lo mismo y que necesitan que se investigue para evitar que sea una patología mortal.
“Soy muy afortunado”, decía Roldán al aproximarse a la imagen de piedra de la Virgen de Las Nieves que espera a los escaladores en la cima del Urriellu. Cuando llegó la tocó con sus dos manos, agachó la cabeza y la emoción le invadió consciente de que acababa de hacer historia y lo había logrado a pesar de todo y contra todas las dificultades. “Mirad donde estoy. Sois los mejores del mundo. Gracias de corazón”, les repetía una y otra vez a las personas que le acompañaban en la cima.
Eligieron la cara Sur de la pared vertical de más de 500 metros. Concretamente la vía conocida como Directa de los hermanos Martínez. Estuvo acompañado en todo momento de profesionales consolidados y conocedores del terreno que le dieron ánimos y apoyo. Se rodeó de los mejores para lograr su meta. Iba atado a Fernando Calvo, experto guía de montaña asturiano, y a José Carlos Tamayo, con una reconocida trayectoria como escalador.
Pero había muchas más personas expertas y profesionales que ayudaron al éxito de la expedición, tanto en las cordadas que ascendieron a la cima con el equipo de grabación –compuesto por cuatro cámaras y un dron– como el resto de escaladores entre los que se encontraban Unay Llantada,Turenno Rodríguez, Alan Maygray, Fernando Novales y César García Gil, entre otros. La expedición también contó con el apoyo de helicóptero de la Guardia Civil y con efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM).
Roldán llegó el pasado sábado por la tarde al refugio de Urriellu, donde también contó con el apoyo y la logística de su personal. El sábado por la mañana, antes de salir hacie la base del Naranjo fue recibido por el alcalde de Cabrales, José Sánchez. La organización y producción audiovisual corrió a cargo de Dar Dar y actuaron como comentaristas de la hazaña Kepa Lizárraga y Pablo Olmos.
La emoción marcó dese la once de la mañana de hoy toda esta gran aventura. Sobre las tres y cuarto de la tarde, ya en la cima estaba Miguel Ángel Roldán y con él todos los enfermos de ELA del mundo.
