Encontrar una conexión entre el pintor Antonio López y la localidad piloñesa de Sevares, en principio, parece difícil. La clave la tiene la amistad. En concreto la estrecha amistad que mantiene desde 1950 el reconocido escultor asturiano Félix Alonso, afincado en el esta localidad, con el pintor hiperrealista natural de Ciudad Real.
Se conocieron en el Casón del Buen Retiro, en Madrid, mientras estudiaban en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. “Él tenía 14 años y yo 19. Dibujaba muy bien y me servía de profesor”, recuerda el escultor nacido en Villamayor (Piloña).
La relación se ha mantenido con los años, con varios encuentros en Asturias y en Madrid. Y este fin de semana volverán a reencontrase en Oviedo, con motivo de la Semana Profesional del Arte que se celebra en la capital asturiana desde hoy, viernes, hasta el próximo 14 de junio y donde ambos participan.
“Antonio era el mejor de la Academia de Bellas Artes de San Fernando”
A sus 89 años, Félix Alonso recuerda con cariño los cinco que pasó junto a López en la capital. “Al final de curso nos presentamos a un concurso por secciones. Él ganaba el primer premio de dibujo y yo el de escultura. Él era el mejor de la Academia”, recuerda, a la vez que destaca el don y la maestría de López, que ya destacaba entre todos desde bien joven.
En 2006, Antonio López pasó varios días en Sevares, posando para el busto que le regaló su amigo. Alonso conserva en su taller la escayola de la obra justo al lado del cuadro que le regaló López titulado “La Casa del Tío”–el también pintor López Torres–, con una dedicatoria manuscrita que comienza así: “Para Félix, mi primer amigo de Madrid...”. La estima personal y admiración profesional por Antonio López es evidente. El escultor considera que los paisajes de Madrid o el cuadro de los Reyes son las mejores obras de López. “Para mí es como Velázquez o Goya”.
El piloñés, que fue catedrático de la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo durante 35 años, posee también una importante trayectoria. Ha realizado varias esculturas, entre ellas veintisiete monumentos públicos. Algunos muy reconocidos como “El caballo” en Bronce, situado en la plaza Dolores Medio de Oviedo; “Folkore Astur”, en La Corredoria; “Los aprendices”, en Trubia, o la estatua de Pelayo de Cangas de Onís. Además, ha pintado más de trescientos cuadros.
“Para mí es como Velázquez o Goya”, afirma Félix Alonso
Cuenta el artista asturiano, entre las muchas anécdotas que guarda de la amistad, que en una ocasión Antonio López reconoció un busto realizado por Félix que se encontraba en Melilla.
“Es muy buen amigo, hace 71 años que nos conocemos”, comenta. De hecho, Antonio López conoció a su mujer, la también pintora realista María Moreno, ya fallecida, estando con su amigo asturiano. Los tres, junto a la mujer de Félix, Mari Luz, mantuvieron siempre el contacto y el cariño. En Sevares, de forma discreta Félix Alonso sigue trabajando en su taller de escultura y estos días con más ilusión si cabe por poder reencontrarse con su buen amigo de juventud.
