Cangas de Onís intentó vivir ayer San Antonio del mejor modo posible teniendo en cuenta las actuales circunstancias sanitarias. No hubo grandes festejos, pero los cangueses trataron de ser fieles a sus tradiciones, eso sí, respetando todas aquellas restricciones a las que obliga la pandemia.

José Luis García, Sara García, Deva Estrada y María Blanco, ayer, en la iglesia.

En la celebración religiosa de las once de la mañana tocó la Banda de Gaitas “Ciudad de Cangas de Onís”, un oficio al que acudió el alcalde, José Manuel González Castro. Y aunque no hubo procesión ni ningún acto multitudinario ni mucho menos, varios cangueses lucieron el traje típico –entre ellos, miembros de la sociedad de festejos Sofesa– y desde los bancos del templo sonaron las panderetas al son del tambor.

Durante la jornada de ayer también hubo mercado dominical, lo que contribuyó a animar el día y a una notable afluencia de gente en las calles. Durante la mañana y la tarde se celebraron conciertos al aire libre en varios puntos de la capital canguesa, tal y como ocurrió durante todo este fin de semana tan señalado en Cangas de Onís y que este año ha tenido que cancelar la mayor parte de los actos por la crisis sanitaria.

La sociedad de festejos Sofesa espera que el próximo septiembre se pueda celebrar una fiesta en honor a San Antonio, si la situación sanitaria mejora para entonces.