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Casa Luisa echa el cierre en Puertas

El último bar de la localidad cabraliega ya no funcionará el próximo martes, tras setenta años abierto y dos generaciones de la misma familia al frente

Carmen, en el centro, delante de Casa Luisa, con clientes

Se cierra una etapa para Carmen García. Ella lo sabe y la emoción invade sus ojos al intentar verbalizar el tiempo que lleva en Casa Luisa. Es el bar de la localidad de Puertas, en el concejo de Cabrales, que fundó su madre, Luisa, hace setenta años y que abrirá, por última vez, el próximo lunes. Nació y se crio en el establecimiento, al igual que su hija, Lorena, y gran parte de sus recuerdos y de los de toda la familia están entre las paredes del local. Por eso, estos días previos al cierre están resultando algo duros.

Es el único bar que existe en Puertas. “Antes había otro, pero cerró hace años”, dice su hija Lorena. Su madre es menuda físicamente, pero solo es la imagen, porque Carmen García ha llevado sola el negocio, igual que antes que ella lo hizo también su madre, Luisa, la que da nombre al establecimiento.

Lleva treinta y seis años al frente del bar, haciendo unas patatas rellenas y una tortilla de patatas que su clientela va a echar mucho de menos. “Y las sopas de hígado. Y el arroz”, añaden los clientes que están en el bar en ese momento.

Al principio tenía restaurante para los alojados, porque en Casa Luisa también se puede pernoctar, pero luego ya solo quedaron unas mesas en el bar y por encargo.

Todos coinciden en que es una pena que cierre y que Carmen García lo deje. En el pueblo no hay más sitios donde tomarse algo o salir a comer. Allí echaban las partidas, era el punto de encuentro de lugareños y forasteros, y en este local se han disfrutado las mejores tertulias del pueblo.

Nunca veía el momento de cerrar, pero las consecuencias de la crisis sanitaria hicieron disminuir mucho la clientela y, ahora, prácticamente, solo tiene gente de viernes a domingo. “Y no mucha”, puntualiza. “Con la pandemia bajó mucho la actividad”, dice la hostelera cabraliega.

Carmen, tras la barra, con clientes y vecinos

Estos días buscan fotos antiguas de la historia del bar y las cuelgan en internet con la cuenta atrás para la fecha del cierre. “Miras las fotos y ya faltan casi todos”, comenta Carmen García. El primer día que no abra las puertas de Casa Luisa será el próximo martes, justo cuando su última titular cumple 63 años.

A partir de ahora tendrá más tiempo libre. Tiene previsto dedicarse a la otra parte del negocio, los alojamientos rurales: Casa Luisa y Casa Dolores. “Todos con nombre de mujer”, subraya Lorena. También ayudará a su hija, porque Carmen García tiene cuatro nietos. Y, por supuesto, tendrá más tiempo para salir con Pepe, su marido.

Pero no solo le va a dar pena a Carmen García y a todos los vecinos que el último bar del pueblo y su querida responsable dejen de ser punto de encuentro. También a su hija, pese a que era quien más la animaba a jubilarse.

“Pensé que nunca me iba a dar pena, pero ahora que se acerca el momento parece que sí”, comenta su hija Lorena. A Carmen García y a su acogedora Casa Luisa, que fue hogar de muchos durante décadas, se las va a echar mucho de menos en Puertas.

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