Los niños del campamento de Cabrales han sido los primeros en conseguir el “pasaporte rupestre” del concejo. Lo hicieron ayer, tras la visita al centro de interpretación de la cueva de La Covaciella, en Carreña. El “pasaporte rupestre” es una herramienta puesta en marcha para todos destinos rupestres del suroeste de Europa, unidos por el primer arte, el del Paleolítico. Sus titulares pueden registrar sus visitas y beneficiarse de descuentos y acceder a promociones de establecimientos colaboradores, entre otras ventajas. El pasaporte une patrimonios de la Prehistoria, pero también a pueblos y personas de países “que trabajan por la conservación y difusión” de este arte, informa María VILLORIA.