La polémica novillada que tenía previsto celebrarse en Cangas de Onís el próximo domingo se complica cada día. Hoy mismo, la Confederación Hidrográfica ha paralizado las las obras para instalar la plaza de toros desmontable en la que iba a tener lugar el evento. Según explican desde la Confederación, tras una denuncia de la guardería fluvial, el organismo constató que la realización de las obras en la zona del río Güeña en Mestas de Con no contaba con los permisos pertinentes. Unos permisos que ni siquiera se habían solicitado.

Además, explican "las obras no resultan autorizables al amparo de la normativa de aguas pues se sitúan en una zona con alta probabilidad de inundación, definida como tal en la cartografía oficial de zonas inundables". Por este motivo, la Confederación ha abierto un expediente sancionador contra el responsable y ha ordenado la paralización temporal de las obras. El organismo ha puesto en conocimiento al resto de administraciones con competencia en la materia, Ayuntamiento de Cangas de Onís y Principado de Asturias.

Hasta ayer mismo, los antitaurinos seguían pidiendo la suspensión del evento, al igual que varios colectivos que entienden que, además de no existir tradición en la zona, daña la imagen turística de la comarca. También se han unido a la petición los partidos de la Junta General Podemos e Izquierda Unida, que exigieron al Gobierno autonómico que no permita su celebración e “impida la asistencia de menores de edad”. En este punto también incidió Marisa Fernández, de Huellas del Sella, que pidió la intervención del Defensor del Menor, puesto que el evento “fomenta la entrada de menores gratuitamente y presenciar esto para un menor es duro”. El evento ha sido autorizado por el Principado al cumplir los requisitos legales para ello y es un evento privado que impulsa la Fundación Toro de Lidia.

Los diputados de las formaciones IU y Podemos, Ángela Vallina y Rafael Palacios, respectivamene, criticaron ayer tanto al Ayuntamiento como a la Administración regional denunciando “falta de transparencia en la organización”.

Palacios, de Podemos, exigió la “suspensión fulminante de la novillada” que calificó de “brutalidad”. Por su parte, Vallina tachó de “increíble” que no exista un “expediente municipal sobre el asunto”.

El colectivo Huellas de Sella, por su parte, registró ayer en el Ayuntamiento 55.000 firmas recabadas en una plataforma de internet. Marisa Fernández afeó al equipo de gobierno local no estar para recibir los documentos. “Tenemos esperanza en que no se celebre. Aquí no hay tradición. La tortura no es cultura. No es asumible”, dijo. El colectivo pidió al Principado de Asturias que revise las normas y promueva la cultura propia de la región y no la taurina. “El Ayuntamiento ha ido a buscar este evento”, aseveró, además Fernández.

La organización de la novillada había vendido hasta ayer el 70 por ciento de las entradas.