El nuevo puente Emilio Llamedo de Arriondas (Parres) será una realidad a finales de 2023. Su diseño definitivo fue presentado ayer en la capital parraguesa por el Consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, acompañado por el Viceconsejero de Infraestructuras Jorge García. Se licitará a lo largo del otoño, rondará los 2,3 millones de euros y se ejecutará en 18 meses, iniciándose en la segunda mitad de 2022.
El nuevo puente pasará de tener una anchura de 8,4 metros a una de 14 metros, con aceras a ambos lados, de 3,5 metros cada una. Medirá 70 metros de largo y tendrá sólo dos apoyos, uno en cada extremo, puesto que las pilastras centrales serán demolidas igual que el puente actual.
Una de las características más singulares del proyecto es que una de las aceras será de cristal antideslizante, por lo que se convertirá en un mirador sobre el Sella de 70 metros de largo. En la otra, el plan prevé crear una franja de dos metros, contigua a la calzada, para carril bici. La barandilla exterior y la de contención de vehículos será de acero inoxidable.
Los informes técnicos desaconsejaban restaurar el puente actual, que fue reconstruido tras la guerra civil en 1939 y señalan como alternativa más favorable la elegida. “Será un puente funcional para el tráfico rodado y ganando mucho espacio para las personas. Lo planteamos con un diseño icónico de un sitio singular para Asturias como es el puente de la referencia de salida del Sella”, dijo Calvo.
Se buscarán soluciones alternativas para la circulación durante la demolición y las obras, evitando que afecte a los meses julio y agosto. “Que no impacte sobre la salida del Sella”, añadió el consejero. El alcalde del concejo, Emilio García Longo aseguró que se trata de la resolución de una reivindicación histórica para Parres. “Habrá algunos inconvenientes en el desarrollo de las obras, pero que podemos asumir con el objetivo de tener un puente del siglo XXI, a la altura de las necesidades existentes”, comentó el regidor, en referencia a los trazados alternativos que tendrán que activarse mientras duren las obras.
