El conteo de salmones en la cuenca del Sella, desarrollado este pasado 26 de septiembre, por buzos, efectivos de la guardería del Medio Natural del Principado de Asturias y voluntarios de la Sociedad de Pescadores “El Esmerillón”, deparó 420 ejemplares, “de buen tamaño”, según aseguró uno de los participantes en esa actividad, la cual no se pudo realizar la pasada temporada 2020 a causa, en aquel momento, de la pandemia de covid-19. Cierto es que no son cifras halagüeñas, como las registradas años atrás, pero tampoco invitan al pesimismo sobre el actual hábitat piscícola del Sella, según los ribereños.

Solo en el tramo comprendido entre la localidad de Cañu (Cangas de Onís) y el popular pozo del lance del puente “romano” de la ciudad, se contabilizaron 119 ejemplares, aunque no se acudió a todos los pozos de la zona media-alta del río.

Eso sí, en la parte baja del curso fluvial, a partir de Arriondas (Parres) y hasta su desembocadura en Ribadesella, apenas pudieron contarse salmones por la nula visibilidad debida a la turbiedad del río en esa jornada, sobremanera a partir de la confluencia del Piloña con el Sella, en la capital parraguesa. 

Lo que sí llamó la atención de los buzos que participaron en el conteo de la presente campaña de 2021, fue la gran cantidad de plomo de las cañas de los deportistas acumulada en el fondo de alguno de los pozos salmoneros más concurridos durante el periodo hábil de pesca. Extrajeron todo el material que observaron.

Hubo asimismo conteo de salmones, mediante el mismo operativo, en otras cuencas asturianas de la comarca oriental, como fue el caso del río Cares, en este caso durante la jornada del sábado 25 de septiembre, con 150 salmones registrados. Como en el Sella, el conteo solo se realizó en algunos pocos del río más oriental de Asturias.