El Principado ultima con los ayuntamientos afectados el trazado jacobeo que se denominará Ruta de los Santuarios. Discurrirá a lo largo de 190 kilómetros, de Peñamellera Baja a Oviedo, pasando también por Peñamellera Alta, Cabrales, Onís, Cangas de Onís, Parres, Piloña, Nava y Siero, tras entrar en Asturias a través de Liébana (Cantabria).
La idea es que esta variante del Camino de Santiago esté lista en 2022, coincidiendo con la conmemoración del 1.300 aniversario de la batalla de Covadonga .
El director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, se reunió ayer telemáticamente con los representantes municipales para repasar los tramos que afectan a cada concejo y comentar algunas modificaciones al trazado propuestas por los propios municipios.
Se trata de casi 200 kilómetros de ruta por territorio asturiano que podría tener continuidad a Santo Toribio de Liébana, algo en lo que también trabaja el gobierno de Cantabria. 2022 también es año jubilar lebaniego, por lo que el tramo cántabro podría aprovecharse también de ese tirón. Los ayuntamiento enviarán sus propuestas a la Consejería y, según acordaron ayer, concretarán todo en el plazo de una semana.
El trazado previsto se va a mantener, con pequeñas modificaciones aportadas por los ayuntamientos. Cangas de Onís pidió, entre otras cosas, que se incluya el paso por San Pedro de Villanueva y la capilla de la Santa Cruz.
El Gobierno regional, por su lado, propuso señalizar los puntos de interés que queden fuera del trazado.
El proyecto de señalización general podría estar listo para licitar en un mes. La idea es que el camino desde Panes tenga continuidad también hacia el concejo de Ribadedeva para enlazar allí con el costero.
La valoración por parte de los alcaldes es buena. “Es un proyecto muy interesante, estamos ilusionados”, comentó el regidor de Peñamellera Baja, el popular José Manuel Fernández.
