El parque nacional de los Picos de Europa impulsará la rehabilitación de cabañas para que sirvan de refugio en la vertiente asturiana del espacio protegido. Serán de uso preferente ganadero, aunque también público si alguien lo necesita. Se presentan como lugares seguros ante las inclemencias repentinas del tiempo o para emergencias.

La actuación está recogida en el presupuesto del Parque para 2022 con una partida de 100.000 euros. Falta por determinar aún qué número, cuáles serán y en qué majadas se habilitarán los refugios. Estarán dotados de leña, un lugar para dormir y elementos básicos para guarecerse en caso de necesidad. El parque nacional y los ayuntamientos que aportan territorio al espacio protegido determinarán qué edificaciones en desuso se utilizarán para este fin y su ubicación definitiva.

La redacción del proyecto que defina todos estos aspectos tardará unos meses, puesto que ésta y otras actuaciones figurarán dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que se financiará con fondos europeos. Las obras tendrán que estar adjudicadas antes del fin de 2023 y ejecutadas antes de que arranque 2027.

Ya existen algunas cabañas de refugio, como la de las inmediaciones del mirador de Ordiales, antiguamente del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona).

Además de esta medida, el presupuesto del Parque también incluye una partida de 200.000 euros para mejorar el ciclo del agua en los refugios de la vertiente asturiana. Afectará tanto a la gestión de aguas residuales como a la mejora y ampliación del suministro, teniendo en cuenta la realidad física de estos lugares. Existen experiencias puestas ya en marcha, como el sistema seco de residuos llevado a cabo en Jou de los Cabrones.