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Raíces de eucalipto amenazan las pinturas rupestres de la cueva de Les Pedroses

Las cepas de los árboles ubicados sobre la bóveda están entrando en la cavidad, que Ribadesella quiere abrir al público, y alterando su ecosistema

El acceso a la cueva de Les Pedroses, en El Carmen (Ribadesella).

Las raíces de los eucaliptos ubicados sobre la bóveda de la cueva riosellana de Les Pedroses están penetrando al interior de la cavidad y suponen una amenaza para la correcta conservación de sus pinturas paleolíticas. Es la advertencia que lanza Alberto Martínez-Villa, director de las investigaciones en este yacimiento rupestre de la localidad de El Carmen y autor del libro “Arte y ocupación prehistórica en la cueva de Les Pedroses”.

Reproducción del panel central de pinturas.

Según alerta el prehistoriador y arqueólogo ovetense, el ecosistema de Les Pedroses es “muy delicado” y la entrada en vertical de las raíces del eucaliptal que se plantó en la parte superior de la cueva están alterando la humedad natural del enclave, al tiempo que aportan materia orgánica y C02, lo que supone un riesgo para las manifestaciones artísticas paleolíticas de sus paredes. “Habría que tomar medidas”, subraya Martínez-Villa sobre la conservación de una cueva que el Ayuntamiento de Ribadesella quiere abrir al público como complemento a las visitas al complejo de Tito Bustillo.

Parte de las raíces que entran en la cueva.

Las primeras investigaciones del profesor Francisco Cerdá, que descubrió la cueva y sus pinturas en 1957 coincidiendo con una excavación en La Lloseta, y las más recientes de Martínez-Villa han permitido localizar dos conjuntos artísticos en la cavidad. Por un lado, las figuras rojas que se encuentran a la entrada de la galería principal y en algunas ramificaciones y pasos angostos que de ella parten. Se trata de las pinturas más antiguas del yacimiento y se remontan a los momentos iniciales del arte paleolítico cantábrico. Son representaciones de puntos y signos, algunos de ellos rectangulares, sin figuras zoomorfas. Más adelante, hacia la mitad de la sala, está el panel principal, que es del Magdaleniense y más reciente que las pinturas rojas. En este caso sí que se trata de representaciones de animales, en su mayoría cérvidos.

En la cueva hay cinco zonas con restos arqueológicas en las que, entre otras cosas, se han recuperado un arpón con doble fila de dientes. Además, los trabajos desarrollados por Martínez-Villa han permitido detectar también restos de pequeños fuegos producidos por los hombres que habitaron la zona hace miles de años.

El teniente de alcalde de Ribadesella, Luis Fuentes, aprovechó la presencia esta semana en Tito Bustillo del director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, para plantearle la posibilidad de que el Principado abriera al público la cueva de Les Pedroses con el objetivo de complementar la oferta cultural del municipio. Para Martínez-Villa, ese paso solo debería darse si previamente se realiza “un análisis muy riguroso y científico de las condiciones que presenta la cueva”. A partir de ese estudio, debería ser la administración autonómica quien tomara una decisión al respecto. En todo caso, el prehistoriador, que conoce de primera mano Les Pedroses, se califica de “muy restrictivo” respecto a las visitas a este tipo de yacimientos paleolíticos. “Los humanos alteramos mucho las cuevas”, advierte.

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