Tal día como el de ayer, un uno de julio hace cien años, se inauguraba el apeadero de San Roque del Acebal, en Llanes. Así que probablemente no hubiese mejor momento que el de esta efeméride, el cumplimiento de un siglo desde que se puso en funcionamiento, para que el alcalde, Enrique Riestra, realizase un anuncio sobre los nuevos planes que existen para devolver la vida a este emblemático lugar. La idea es recuperar el apeadero como albergue de peregrinos y centro de información, iniciativa que se llevaría a cabo a través de un convenio con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y con apoyo financiero de otras administraciones.

Imagen tomada el 1 de julio de 1922, día de la inauguración, delante del edificio. | ASOCIACIÓN «EL PERRU DE SAN ROQUE» / JOSÉ MANUEL SAMPEDRO

El regidor, junto a los concejales Marisa Elviro y Miguel Alonso, avanzó además ante los vecinos que se acometerán algunas otras iniciativas. Están a punto de comenzar, señaló, las obras de asfaltado de caminos del cementerio y de la iglesia. También delante del templo se mejorará el suelo para que esté en mejores condiciones de uso para los actos que allí tienen lugar.

Varios trabajadores del ferrocarril, junto a la máquina de vapor «Acebal». | ASOCIACIÓN «EL PERRU DE SAN ROQUE» / JOSÉ MANUEL SAMPEDRO

Está previsto asimismo el proyecto de reconstrucción del antiguo bebedero del Acebal, respetando su forma antigua. En él se colocará además una placa en honor de Severina Enterría Domínguez, recientemente fallecida, que fue presidenta de la asociación "El Perru de San Roque".

Vecinos en el apeadero en los años cuarenta del pasado siglo. | ASOCIACIÓN «EL PERRU DE SAN ROQUE» / JOSÉ MANUEL SAMPEDRO

Ayer, la cita a la que acudieron los responsables municipales y los vecinos coincidiendo con la celebración del centenario de la puesta en servicio del apeadero no pudo ser más entrañable. Fue a las 13.00 horas. "Como curiosidad se puede recordar que la misma visita de alcalde y concejales de entonces tuvo lugar hace cien años, con motivo de la inauguración, pero con la diferencia de que los vecinos pagaron las 12,50 pesetas que costó el alquiler del coche que los trasladó al pueblo", señala Germán Abad, de la asociación "El Perru de San Roque".

Recreación del paso del tren por el lugar. | ASOCIACIÓN «EL PERRU DE SAN ROQUE» / JOSÉ MANUEL SAMPEDRO

Es precisamente Abad quien analizó la documentación existente sobre la historia del apeadero y la recopiló dándole forma al relato "del esfuerzo realizado por los vecinos, que vieron culminados sus deseos el uno de julio de 1922". "En 1919 se creó una comisión con el fin de lograr una estación para el pueblo. El tren llevaba circulando desde 1905 y los vecinos eran muy conscientes de sus ventajas. La comisión estaba presidida por el alcalde del pueblo, Epifanio Galguera, siendo Teodoro Galguera secretario y Aniceto Robredo tesorero. La compañía del Ferrocarril Cantábrico no aceptó la construcción de una estación, pero sí de un apeadero, e impuso a los vecinos varias condiciones: construir y pagar el camino de acceso, permitir la extracción de agua para las locomotoras en los manantiales del pueblo y desplazar pasos a nivel como el del barrio de La Cotera", señala Abad.

Ayuda de la emigración

Hubo asimismo peticiones por parte de los vecinos. "La comisión pidió a la compañía que los nuevos caminos de acceso al apeadero tuvieran la anchura suficiente para que en una curva pudiera dar vuelta con facilidad un carro con cuatro vacas".

Luego se dieron otros pasos, relata Germán Abad, como "pedir ayuda a los vecinos emigrados a América, los cuales respondieron con entusiasmo y recaudaron un total de tres mil de las antiguas pesetas para la obra". "De este dinero, 533 pesetas se destinaron a construir el camino de acceso al apeadero. Otras 520 sobrantes se dedicaron, en 1933, a pagar el menaje de las niñas que estrenaban escuela ese año", añade.

A la inauguración del apeadero de San Roque del Acebal hace justo cien años fueron invitados el alcalde y concejales del Ayuntamiento de Llanes. "Y así fue como en un ambiente de fiesta, con la presencia de un gran número de vecinos, se inauguraba el apeadero de San Roque del Acebal el día uno de julio de 1922", concluye Abad.