El Villa Rosario, uno de los hoteles más distinguidos de Ribadesella, ampliará su oferta en breve. Para ello, sus propietarios ha comprado un palacete en el paseo de la playa de Santa Marina. Se trata de una casona de 1918 conocida como "chalé viejo de Zabala", reformada en 2005.
La compra de este chalé, que se cerró hace menos de dos semanas, tiene como objetivo convertirlo en un proyecto de primera calidad, "a la altura de un perfil de turista potente que está en auge en el Principado". Así lo detalla Arbidel Fernández, propietario desde 2014 del complejo hotelero Villa Rosario. "Hemos comprobado que Asturias y Ribadesella en particular son destinos turísticos que tienen mucho potencial y queremos seguir apostando por ofrecer un producto de calidad", afirma Fernández, quien potencia esa seña de identidad con el restaurante "Ayalga" de Marcos Granda, poseedor de una estrella Michelín.
La parcela de esta nueva adquisición cuenta con una extensión total de 733 metros cuadrados de terreno y 627 metros de superficie construida en un total de cuatro plantas. Actualmente, alberga ocho dormitorios que podrían convertirse en estancias de lujo para los futuros huéspedes.
"No sabemos todavía qué fórmula será la que finalmente usemos. Debido a la configuración del chalé, disponemos de pocas estancias pero, eso sí, queremos que sean exclusivas", subraya Arbidel Fernández.
Este chalé se suma a los otros dos edificios de los que dispone esta empresa hotelera en Ribadesella: el palacete de Villa Rosario y el edificio Moderno. Este último se encuentra en la avenida paralela a la del chalé de Zabala, a treinta metros de distancia de la playa.
Aun es pronto para hablar de fechas, dado que el proyecto se encuentra en fase de estudio, pero "la idea es hacerlo cuanto antes", asegura Arbidel Fernández, quien espera abrir a finales de este año o, a más tardar, en la primavera de 2023.
