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La Ribadesella de mar y niebla, en cien paisajes recogidos en un libro

El fotógrafo gijonés Valentín Javier Rodríguez recopila en una publicación de gran formato diferentes rincones del concejo

Una imagen del libro «Ribadesella. Melodía de mar y niebla», de Valentín Javier Rodríguez.

«Me encanta amanecer en el sitio que voy a fotografiar. En ocasiones son acantilados; otras veces, la ladera de una montaña o un bosquecillo. Las primeras luces del amanecer son muy mágicas». El impacto visual de los paisajes riosellanos llevaba años interpelando a la vena artística de Valentín Javier Rodríguez Martínez. Sin prisa y con perseverancia, fue buscando y plasmando las mejores perspectivas de los enclaves más hermosos del concejo. Y, tras años de observaciones y de un minucioso trabajo, ha alumbrado «Ribadesella. Melodía de mar y niebla», un libro de gran formato que recoge casi un centenar de instantáneas en las que los dos elementos que componen el título (el mar y la niebla) disfrutan de un protagonismo estelar.

La obra será presentada este sábado, a las 19.30 horas, en la Casa de Cultura del concejo. Además del autor, intervendrán Alejandro Criado, presidente de la Asociación Amigos de Ribadesella (Acar) y Pablo Álvarez, periodista de LA NUEVA ESPAÑA. A lo largo del acto se proyectarán las fotografías que integran el libro.

Una imagen del libro «Ribadesella. Melodía de mar y niebla», de Valentín Javier Rodríguez.

«Mi relación con Ribadesella está vinculada a Marta, mi mujer. Ella tiene impregnados sus mejores recuerdos infantiles en esta maravillosa villa. No fue difícil compartir con ella esta pasión desde que la conocí», explica Valentín Javier Rodríguez. Y añade: «Ribadesella es para nosotros ese pequeño oasis del que nos gusta disfrutar cuando nuestras obligaciones nos lo permiten, nuestro pequeño refugio. Desde la ventana de casa contemplamos la iglesia en la que, hace ya unos años, decidimos casarnos. Alrededor de Ribadesella vamos construyendo nuestros mejores recuerdos y disfrutamos compartiéndolos con nuestra familia y amigos».

«Compartir» es un verbo clave en la pretensión de este gijonés, enfermero especializado en salud mental que dirige la Unidad de Certificación en Calidad del Servicio de Salud del Principado (Sespa). Una cámara que sus padres le regalaron por un cumpleaños disparó su curiosidad por un mundo que califica de «apasionante». Desde hacer más de treinta años, la fotografía representa para Valentín Javier Rodríguez «una forma de acercamiento a aquello que me entusiasma». En este caso, su tierra adoptiva: «El paisaje siempre ha sido mi principal fuente de inspiración. Ribadesella te ofrece unas enormes posibilidades fotográficas. Hacer un libro de fotografía es un proyecto ilusionante para cualquier fotógrafo, y poder compartirlo con tu familia y tus amigos es algo que lo hace diferente».

Valentín Javier Rodríguez, posando en LA NUEVA ESPAÑA de Gijón con su libro. Marcos León

¿Qué alicientes ofrece Ribadesella a un fotógrafo? «Tiene una materia prima paisajística increíble, es un concejo con una belleza natural inigualable, pero a la vez supone un reto importante si quieres alejarte de los tópicos y proponer imágenes distintas», argumenta el autor del libro, quien se considera «privilegiado» por haber vivido «la transición entre la fotografía analógica y digital, algo irrepetible».

A lo largo de los últimos lustros, Valentín Javier Rodríguez ha tomado millares de fotografías de Ribadesella y su costa. ¿Qué criterios ha seguido para seleccionar un centenar de ellas? «El primer requisito que ha de cumplir una fotografía es que estéticamente sea sugerente, una interpretación del paisaje que te aporte algo distinto. Foto a foto, se va construyendo el libro, que tiene que erigirse como un relato armonioso, donde cada una de las fotografías ha de mezclar bien con su compañera de página y al final formar un conjunto homogéneo». Todo ello, prosigue el fotógrafo gijonés, «ha de fluir en torno a la idea central del libro, esa melodía de mar y niebla».

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