El hallazgo de un artefacto explosivo en la playa de Santa Marina de Ribadesella provocó en el mediodía de ayer un revuelo entre los riosellanos y turistas que se encontraban disfrutando de una jornada soleada en el arenal de la villa. Según fuentes de la Guardia Civil, se trataría de una granada de mano que, probablemente, pudiera datar de la época de la Guerra Civil.

Fue, precisamente, un bañista el que dio la voz de alarma al encontrarse con «un extraño artilugio» en el mar, a la altura del pedral al oeste de la playa. Éste avisó al servicio de salvamento que, rápidamente, se puso en contacto con las autoridades.

 En torno a las 13:00 horas de ayer, la Policía Local acordonaba la zona y establecía la prohibición del baño en un área próxima para salvaguardar la seguridad de los bañistas. Hechos que pusieron en conocimiento de la Guardia Civil.

Serán los agentes de la Benemérita, más concretamente artificieros del Gedex, quienes se harán cargo de la desactivación y retirada del explosivo a primera hora de la mañana de hoy, cuando haya bajado la marea que cubre actualmente la granada.

Esta no es la primera vez que se descubre y se desentierra un artefacto de este tipo en la localidad riosellana. Precisamente, en julio del año pasado ocurrió un hecho similar en la misma playa. Un vecino que buscaba «tesoros» localizó una granada de la Guerra Civil con un detector de metales. Los artificieros declararon entonces que el mar o el río pudieron haber arrastrado el artefacto.

 A lo largo de los últimos cuarenta años, han sido hallados más de cuatrocientos artefactos explosivos inactivos procedentes de la Guerra Civil en el oriente de Asturias.