Tres ejemplares de busardo ratonero recobraron ayer la libertad en Colunga y colaborarán en el control biológico del topillo lusitano presente en la zona. El director general de Medio Natural y Planificación, David Villar, acudió al recinto del Museo Jurásico, desde donde se soltaron estas aves rapaces diurnas una vez recuperadas en el centro de la fauna salvaje de Sobrescobio de unas lesiones que habían sufrido por colisiones.

"Después de un proceso de cura y adaptación, las reintroducimos en un medio cercano al que tenían cuando fueron recogidas", subrayó Villar sobre una suelta que tiene un doble objetivo: dar visibilidad al trabajo de recuperación de la fauna y controlar las plagas.

"Esta iniciativa mejorará el control biológico de la plaga de topillo lusitano detectado aquí", alertó Villar, recordando que cuenta con la colaboración del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), representado ayer por el investigador Aitor Somoano. "El topillo es una especie que ha crecido mucho y que puede afectar a cultivos o frutales y que ha generado daños en el entorno del Museo Jurásico", añadió el director general de Medio Natural, acompañado por la alcaldesa de Colunga, Sandra Cuesta.

El busardo ratonero está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). El Principado tiene previsto reintroducir también otras aves rapaces nocturnas, como cárabos y autillos, tras el proceso de recuperación, para controlar la proliferación extraordinaria de topillos. Hace dos semanas se soltó en la zona del Fitu un águila culebrera.