El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Piloña ha paralizado la exhumación que realiza desde el pasado lunes la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en la fosa común ubicada en el paraje de El Corralín, al hallar restos de un individuo con signos de muerte violenta. Una intervención que se produce después de que el colectivo denunciase, como es preceptivo, la aparición de evidencias óseas ante la Guardia Civil al iniciar las labores arqueológicas para recuperar los cuerpos de tres vecinos de Cabranes: Alfredo Velasco Rueda, Laureano Corrales Oro y Paciente Huerta Peón, asesinados por falangistas el 22 de noviembre de 1937. El colectivo espera una rápida respuesta judicial para poder continuar esta semana con las labores. "Confíamos en no tener que estar esperando otra vez quince meses como pasó en la fosa de El Rellán, en Grado", señala David González, voluntario y portavoz de ARMH en Asturias.

La exhumación dio comienzo el pasado lunes y en el primer día de trabajo arqueológico encontraron los restos de uno de los individuos asesinados y enterrados en El Corralín. En la jornada del martes, acudieron al cuartel de la Benemérita en Piloña para presentar la correspondiente denuncia y dar paso a una investigación oficial por parte del Estado, tal y como obliga la Ley de Memoria Histórica. Sin embargo, las causas judiciales de este tipo suelen ser archivadas, dando permiso a las organizaciones civiles para iniciar la extracción de los cuerpos y entregar sus restos a las familias como pasó en el concejo moscón. De ahí que la ARMH espere pronto una respuesta "para ver si podemos seguir o no".

Los voluntarios llevan años investigando la fosa de El Corralín a través de testimonios orales y documentos oficiales como la Causa General del Concejo de Piloña, entre otros, que hacen a los historiadores valorar que allí se encuentran Alfredo Velasco y Laureano Corrales y "en una posibilidad mucho más pequeña", Paciente Huerta. En 2020, en el marco de unas labores de prospección arqueológica, hallaron cinco casquillos de fusil Mauser, un cargador, clavos de hierro y una cuchara. Se sospecha que las tres víctimas fueron fusiladas y arrojadas a la fosa tras ser detenidas ilegalmente por los falangistas el 22 de noviembre de 1937. Alfredo Velasco tenía 53 años y era natural de Santa Eulalia de Cabranes, al igual que Laureano Corrales, de 31 años. Paciente Huerta era de la localidad de Carabaño, también en Cabranes.