La feria anual de Santillán en Amieva concentró ayer alrededor de 150 cabezas de ganado de todos los tipos, pero procedentes de apenas una quincena de ganaderías. El sector atraviesa una situación complicada y así se vio reflejado en el certamen de este concejo del oriente asturiano. "El futuro se ve muy negro, los ganaderos se están ahogando y necesitan ayudas", explicó el concejal Alberto Suárez, quien atribuye la inestabilidad de la ganadería a los elevados precios y la falta de apoyo que tiene el sector por parte de las administraciones, informa J. Q.