La comarca del Oriente interior convive desde hace meses con importantes desperfectos en las carreteras provocados por argayos o desprendimientos de rocas. Una piedra de gran tamaño incrustada literalmente en el carril izquierdo de la carretera autonómica AS-114 a su paso por Peñamellera Alta mantiene alerta a los vecinos de la zona. No solo por lo que supone el daño que dejó la piedra en sí, que atravesó en el mes de junio el asfalto dejando al descubierto las tripas del voladizo sobre el río Cares, anulando la circulación en el carril y permitiendo ver el vacío debajo. También por todas las que caen, de menor tamaño hasta el momento, en ese punto y que obligan a limpiar el tablero de la vía casi a diario.
Esta situación se produce pasando Mildón, zona ubicada en territorio de Peñamellera Alta, pero en el punto kilométrico 37,700 de la carretera que une Cangas de Onís y Panes (Peñamellera Baja). "Es una contracurva y están cayendo piedras todos los días desde hace años", explica el alcalde José Antonio Roque Llamazares, que dio traslado al Principado de lo ocurrido hace meses. Los vecinos esperan el arreglo de la vía, pero piden también la colocación de malla metálica que contenga la caída de piedras del talud y terminar así con el origen del problema. "Debería de cubrirse con malla para impedir que las piedras lleguen a la carretera, porque es un continuo peligro", señaló Zoraida Morales, vecina de Alles que aseguró que pasa continuamente. "Algún día, a las siete de la mañana, había una alfombra de piedras del tamaño de un puño", indicó la vecina. En el recorrido se aprecian diferentes baches y socavones provocados por los golpes de los desprendimientos. "Hasta ahora no ha sucedido nada, pero el día que pase será una desgracia", dijo.
Desde la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial se indicó que la reparación de la vía en Peñamellera Alta entraña una "alta complejidad técnica". No obstante ya se tramita con carácter urgente el estudio de la solución que evite nuevos desprendimientos, para poder colocar una malla, algo "indispensable" para iniciar las obras con seguridad para los operarios. El Principado estima que dispondrá pronto de los cálculos para proteger la ladera y poder contratar la malla. Paralelamente se avanza en las soluciones para reparar el voladizo y hace dos semanas se colocaron semáforos para dar paso alternativo a los vehículos.
Este no es el único punto que necesita actuación urgente tanto en la AS-114 como en la AS-115, ambas vertebradoras de la parte interior de la comarca oriental de oeste a este y de norte a sur. Otras dos incidencias importantes fueron provocadas por los temporales de lluvia de noviembre y aún son visibles. En la carretera entre Cangas de Onís y Panes, a la altura de la localidad de Avín (Onís) un argayo en el talud presenta una ladera inestable. Está señalizado y vierte de forma constante agua a la vía de circulación. El Principado confirmó que realiza un control "periódico del desprendimiento y su drenaje" y redactará un proyecto de estabilización de la ladera.
El tercer punto afectado se encuentra en la AS-115, conocida popularmente como la carretera del río de Las Cabras, que une La Robellada (Onís) con Posada de Llanes. Un importante hundimiento en el punto kilométrico 13,200, llegando ya al alto de La Robellada, pero en el concejo de Cabrales, tiene anulado un carril desde hace meses. De las tres incidencias es la que está más cerca de solucionarse puesto que desde la Consejería ya se ha tramitado un contrato menor para comenzar las obras de reparación con una inversión de 44.566 euros.
De hecho, además de colocar semáforos en el paso también en este punto y señalizarlo mejor, ya está colocada una caseta de obra y hay presencia de operarios en la zona, por lo que la actuación se acometerá en las próximas semanas. El Gobierno autonómico confirmó que se lleva trabajando en las tres incidencias "desde que se tuvo conocimiento de ellas".
