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La temporada de la angula arrancó escasa en Ribadesella, pero "va remontando"

Los precios oscilan entre 600 y 700 euros en este primer mes de pesca, pero es "preferible que haya más capturas aunque se pague menos"

El riosellano José Manuel Pintado, «Garu», con algunas de las capturas de la semana pasada en la rula de Ribadesella. | J. Q.

La temporada de pesca de la angula empezó escasa en la desembocadura del río Sella. El Cantábrico en la primera "oscurada" de noviembre apenas acercó unos pocos ejemplares al arenal riosellano debido, principalmente, a un clima atípico para esta época del año. Y es que la recogida del alevín de la anguila, también conocido como "oro blanco" por su alta cotización dada su escasez, se favorece con condiciones climatológicas de algo más de frío del que hubo recientemente y que ahora ya sí hay.

"Hasta el momento no se han recogido muchas, pero ahora parece que la pesca ha empezado a remontar", cuenta Álvaro Santos López, angulero de Ribadesella. La lluvia, el viento y el frío de esta segunda quincena del mes favorecen las capturas de las decenas de pescadores que durante estas noches se acercan a probar suerte a la desembocadura del Sella, a orillas de la playa de Santa Marina de Ribadesella. "Cuanto peor tiempo haya para la gente, resulta mejor para ellas. Que llueva y que haya corrientes y riadas ayuda", explica.

Lamentablemente, ahora que el tiempo por fin acompaña, los anguleros se han topado con otro obstáculo durante esta última semana, el fuerte temporal marítimo que azotaba la costa asturiana y que dificultaba la actividad pesquera: "Es el momento óptimo para pescar porque no hay luna, el problema ahora es la marea. Está bien que haya un poco de oleaje, pero la mar está demasiado movida y es muy complicado faenar", aclaraba José Manuel Gutiérrez, secretario de la Cofradía de Pescadores Virgen de Guía de Ribadesella, y angulero desde hace más de cuarenta años.

No obstante, la pesca comienza a dar sus frutos, a pesar de que la presencia de la angula es menor en comparación con años anteriores. Las noches se hacen largas para estos pescadores que recorren el arenal armados con sus cedazos y mucha paciencia. "Para que salga rentable tienes que venir todos los días a probar, pasar muchas horas y tener paciencia. Si estás toda la noche puedes hacerte con aproximadamente 300, 400 gramos o incluso medio kilo", cuenta Santos, "El problema es que parece que estamos pescando el diez por ciento de lo que se pescaba hace 20 o 30 años", añade.

Y aunque aseguran que están contentos con los precios que oscilan durante este primer mes de pesca, entre los 600 y los 700 euros el kilo, lamentan la escasez de angulas, un manjar que cada vez va a menos. "Es preferible que haya más aunque los precios bajen. No nos importa tanto el precio como la cantidad. A los que nos gusta pescar miramos más por la especie", aclara el riosellano Bautista Zornoza.

Además de la escasez, la meteorología, la luna y las mareas, los anguleros aún se enfrentan a otra circunstancia más inquietante que a muchos no les deja pegar ojo: la incertidumbre de seguir ejerciendo su trabajo en un futuro.

Si bien es cierto que la pesca de la angula se ha ido recortando con los años, ahora los pescadores temen que Europa tome la decisión de ponerle fin de manera definitiva. "Hubo un tiempo en el que se podía pescar de octubre a abril. Ahora nos han limitado a cuatro meses con varios días de veda, y las perspectivas no son buenas. Todo apunta a que acabarán con la pesca para proteger las angulas", lamenta el secretario de la Cofradía.

Las presiones de los ecologistas para cesar la actividad con el objetivo de preservar la supervivencia de la especie, que se encuentra en declive, y la que llaman "ley de lo prohibido", que dicen está calando en las instituciones, amenazan una labor de la que, aseguran "vive y come mucha gente".

En la otra cara de la moneda, los pescadores del "oro blanco" aplauden los precios que se mantienen altos desde la primera subasta de la temporada, en la que el restaurante El Campanu llegó a pagar 7.280 euros el kilo. Para los próximos meses esperan que continúen en esa misma línea. "Cuanta más angula hay, más baja el precio. Veremos cómo avanza todo", cuentan. De momento, las angulas van llegando a cuentagotas a la lonja de Ribadesella.

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