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Emburria, veinte años integrando

La asociación, con sede en Cangas de Onís, atiende y forma a 110 personas de la comarca con capacidades diferentes

Por la izquierda, Cristina Díaz, Cristina Alonso, Carolina Fernández, Óscar Coro y María Hórreo, en la vivienda que Emburria tiene para fomentar la autonomía de los usuarios y la realización de actividades. | M. Villoria

Todo empezó con una actividad voluntaria de cinco chicas estudiantes que acudían los sábados a Cangas de Onís para compartir la tarde con ocho personas con capacidades diferentes de varios concejos de la comarca. La asociación Emburria acababa de nacer en 2002, impulsada por las familias de estas personas con necesidades de integración y los servicios sociales con sede en la capital canguesa. Fue tras la puesta en marcha del primer taller de empleo para vecinos con diversidad funcional.

Aquella semilla es hoy, veinte años después, un robusto árbol que da servicio a 110 personas de toda la comarca y que cuenta con casi una docena de trabajadores, entre los que se encuentran psicólogos, integradores sociales, logopedas, educadores, monitores o auxiliares, entre otros. El domingo celebrarán el aniversario en Cangas de Onís, donde se estrenará un vídeo conmemorativo.

"Crecí de la mano de Emburria. Recuerdo los inicios con mucha ilusión", comenta María Hórreo, directora de la asociación, educadora social y pilar fundamental en la proyección alcanzada por el colectivo al que ha destinado todo su trabajo y empeño. Ella fue una de aquellas primeras voluntarias que creyó firmemente en dedicar sus esfuerzos a que "todas las personas puedan cumplir su derecho a tener una vida plena, que puedan trabajar, vivir en la comunidad...". Hórreo destaca la importancia de los servicios sociales y del exalcalde cangués Alfredo García (PSOE). "Él nos cedió este local", explica.

Emburria ha ido adaptándose a las necesidades y los ayuntamientos ya le solicitan servicios. "Los proyectos que se generan en Emburria son por una necesidad que detectamos. No duplicamos servicios", comenta la logopeda Carolina Fernández. Así, la asociación apuesta por crear espacios comunitarios e inclusivos, como el puesto en marcha en la piscina de Arriondas. Además, se centra en cada usuario y acude a los colegios para sensibilizar y trabajar el respeto y la tolerancia con docentes y alumnos. Emburria se ha acreditado como centro especial de empleo, gestiona el principal parking de la capital canguesa y ha conseguido que, en la actualidad, siete personas estén desarrollando una actividad laboral.

La asociación es un centro de día acreditado y tiene en marcha un centro de desarrollo integral de los tres a los dieciocho años abierto a toda la comunidad, donde se da apoyo de psicomotricidad, logopedia y psicología. "Todos somos diferentes, tenemos diferentes capacidades y en un momento de nuestra vida vamos a requerir apoyo. Eso se lo queremos transmitir a los más pequeños", señala la directora de Emburria, que sigue con la ilusión intacta tras dos décadas de intenso trabajo.

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