En poco tiempo se ha convertido en todo un clásico para los visitantes y turistas que se acercan al famoso puente "romano" de Cangas de Onís. Es el minino de El Puentón, un gato bellísimo que hace las delicias de niños y adultos, dejándose acariciar y posando como una auténtica "estrella" de la pasarela. Poco importa que haga frío o que, por el contrario, apriete el sol, pues, ya es habitual toparse con él mientras deambula, subiendo y bajando, por las vetustas piedras del famoso Monumento Nacional que une los términos municipales de Cangas de Onís y de Parres, sobre el río Sella. Toda una curiosidad en la ribera, casi al pie de la vieja capital del Reino de Asturias.