El plan de un ingeniero de origen llanisco para recuperara los jardines indianos

La iniciativa incluye la catalogación de todos los vergeles relacionados con la emigración, empezando por los de la comarca oriental

Daniel Valera, en su despacho de Madrid. | R. J. Q.

Daniel Valera, en su despacho de Madrid. | R. J. Q. / Julia Quince

Julia Quince

En Asturias hay dieciséis jardines inventariados por Patrimonio, algunos de los cuales, como el de la Quinta Guadalupe de Colombres o el de la luarquesa Villa Guatemala, tienen características indianas. Con el objetivo de preservar y promover su valor paisajístico, patrimonial y cultural, una empresa madrileña ha ideado "El observatorio del jardín de indianos”, proyecto de estudio, catalogación y recuperación de estos espacios naturales con notable presencia en la comarca oriental.

El impulsor de esta iniciativa es Daniel Valera, un joven ingeniero agrónomo con raíces llaniscas, que ha encontrado una forma de contribuir a la conservación de estos jardines tan arraigados en el Oriente. "Los jardines de indianos son patrimonio tanto de Asturias como de España y no cuentan con protección. Por ello, iniciamos este proyecto de investigación interna que queremos que la gente conozca para que se empiecen a valorar más los jardines y se conserven adecuadamente", explica.

Para llevar a cabo la restauración de un jardín de indianos, la empresa realiza un minucioso estudio de los aspectos más relevantes que componen el espacio en términos paisajísticos, arquitectónicos, artísticos, sociológicos o históricos. Valera asegura que, en su trabajo, "lo primero" es llevar a cabo una exhaustiva investigación del jardín en cuestión, para poder respetar su esencia, al tiempo que realiza una rehabilitación del mismo con detalles más contemporáneos: "Lo que me interesa es buscar cuál es su historia, edad, cuándo y cómo se diseñó...Siempre tener reminiscencia de lo que había e intentar rescatar algún elemento concreto, dándole un lenguaje contemporáneo pero respetuoso con el entorno", detalla.

La Quinta Guadalupe de Colombres.

La Quinta Guadalupe de Colombres. / Julia Quince

Asimismo, a la hora de configurar el diseño, entran en juego diversos factores que se deben tener en cuenta para adecuar cada jardín a sus necesidades específicas. "No es lo mismo, por ejemplo, diseñarlo en Asturias que en Madrid. Hay que pensar en el clima, el gusto del cliente, si va a ser para una vivienda familiar, si hay que adaptarlo para un hotel...", señala. Precisamente, un ejemplo de los proyectos llevados a cabo por esta empresa se encuentra en la localidad llanisca de Nueva, donde se ha rehabilitado un jardín de indianos de más de dos mil metros cuadrados para convertirlo en un espacio idóneo para un hotel. "Fue mi primera toma de contacto con este tipo de espacios. Parecía algo muy convencional hablar de un jardín de indianos de toda la vida: la palmera, las hortensias, los caminos...Lo típico. Pero me puse a investigar, le dediqué tiempo, y descubrí que va mucho más allá", señala Daniel Valera.

Según explica este emprendedor, la titularidad de los jardines puede suponer tanto una dificultad como una ventaja en este proceso, dependiendo del grado de conocimiento que se tiene sobre el valor de los espacios. "Normalmente, son de propiedad privada y dependemos de las personas que nos permitan trabajar bien en ellos. Si no se le da la importancia necesaria debido a la falta de conocimiento, los paisajistas podrían no abordar su protección adecuadamente y dañarlos", lamenta. Otro de los grandes obstáculos que surgen en el estudio y conservación de los jardines está relacionado precisamente con la investigación en sí. "Tenemos muchos problemas cuando recurrimos a archivos históricos y fotográficos, porque hay pocas fuentes y cierto caos en su organización", añade.

Por esta razón, su idea principal ahora es crear un catálogo propio de jardines de indianos que recoja los aspectos fundamentales de cada espacio y proporcione información adecuada para su conservación. "Queremos que se estudien y documenten de manera rigurosa, de modo que cuando llegue un paisajista dentro de doscientos años para remodelar uno, se encuentre con un documento que le permita acceder a todas estas fuentes", especifica Varela. Su propuesta nace con la motivación de comenzar este catálogo en la zona del oriente de Asturias, donde existe una gran tradición y cultura de estos jardines, para después expandirse por todo el territorio: "Si se nos brinda la oportunidad, seguiremos creciendo con humildad. Necesitamos que la gente entienda su importancia y colabore con nuestro proyecto", concluye el ingeniero.

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