La campaña de ocle se cierra con una gran extracción, pero con los precios estancados

"El kilo se paga a 0,50 euros, muy por debajo de los 0,70 de hace cinco años", lamentan los profesionales, que ensalzan la calidad del alga

Trabajos de secado del ocle en una finca de la comarca. | Julia Quince

Trabajos de secado del ocle en una finca de la comarca. | Julia Quince / J. Quince

J. Quince

La recientemente concluida campaña de arranque del alga Gelidium, comúnmente denominada ocle, ha dejado un balance positivo en la costa del oriente de Asturias. La temporada, que se prolongó algo más de lo previsto, cerrando a finales del mes de septiembre, destacó por la excepcional calidad de las algas y la cantidad extraída, a pesar de que los precios de compra continúan estancados.

Ocleros, cofradías y empresas muestran satisfacción tras el fin de esta costera estival que han catalogado como "bastante buena". Entre los principales motivos destacan la calidad del llamado "oro rojo", especialmente por la ausencia de babosa en las algas recolectadas por los buzos, promovida por las fuertes marejadas del mes de agosto, que también afectaron en parte a la cantidad recogida. "Fue un año de mejor calidad de algas. En cuanto a cantidad, parecido a otros, quizás un poco menos en algún momento por culpa de unas mareas grandes que hubo a mitad de campaña. No obstante, estamos contentos en relación la calidad-cantidad", apunta Vicente Maddaloni, portavoz de Industrias Roko, empresa asturiana que trabaja a partir del ocle.

A pesar de la buena calidad de las algas de esta temporada, los profesionales manifiestan su preocupación por los precios, que se mantienen estancados desde hace ya varios años. En esta campaña el "oro rojo" volvió a cotizarse en torno a los 52 céntimos por kilo, significativamente menos que hace cinco años, cuando alcanzaba los 70 céntimos. "La calidad estamos todos de acuerdo en que fue excepcional, pero el precio de compra del arranque ha venido disminuyendo en los últimos años y hace tres o cuatro campañas que estamos estancados entre los 50 y los 56 céntimos. Esperamos que la demanda suba y también lo hagan un poco los precios en la zona. Tanto el precio como la calidad van de la mano en Asturias y en Cantabria", explica Jonathan Peñil, quien ejerce en la zona del occidente cántabro y en el oriente asturiano.

Maddaloni y Peñil coinciden en que la estabilidad de precios es un motivo de preocupación para el sector, ya que los márgenes de beneficio para las embarcaciones se ven afectados por el aumento de los costes. "El trabajo compensa a base de kilos y de apretarse el cinturón", afirma con resignación Peñil.

La temporada de arranque del ocle que se abrió el 3 de julio cierra tras la extracción de 4.600 toneladas de algas de fondo en la costa asturiana. En concreto, en el Oriente, la Dirección General de Pesca estableció un cupo de 1.300 toneladas entre los límites de Cuevas del Mar y Tinamayor, donde operaron un total de ocho embarcaciones con puerto base en Ribadesella, Llanes y Bustio. Desde el sector se destaca la importancia de mantener una flota pequeña para preservar la rentabilidad, pero también se subraya la necesidad de contar con trabajadores formados y profesionales, al tratarse de una actividad arriesgada.

"Creemos que es mejor que haya menos barcos para que sea rentable a la hora de repartir la cuota y de que no se pierdan beneficios, pero también deben ser profesionales, porque estamos hablando de una actividad peligrosa. De todos modos, en líneas generales está bastante regulado y creo que el número de embarcaciones es justo y que hay muchos profesionales", señala Maddaloni. "Es un trabajo bastante profesional, se hacen las cosas bien y no hay accidentes, que es de lo que se trata", concluye Jonathan Peñil.

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