Covadonga se tiñe de rojo en memoria de los cristianos perseguidos

Caía la noche ayer en Covadonga y bajo el manto oscuro del cielo se iluminó la fachada de la Basílica de Santa María la Real, teñida de un rojo intenso. La iniciativa forma parte de la "Red Week", una campaña internacional impulsada por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que pretende concienciar sobre la persecución de los cristianos en distintos países del mundo.

La propuesta, que comenzó en Brasil en 2025, suma este año la participación de España por primera vez. Más de 20 países contribuyen a la causa iluminando en rojo más de mil edificios emblemáticos, públicos o religiosos. Además de Covadonga, único edificio en Asturias en participar, lo hacen también destacados monumentos nacionales como la Sagrada Familia de Barcelona, el Anfiteatro de Tarragona o las catedrales de Jaén, Logroño, Palencia, Valladolid, Jerez de la Frontera y la Almudena, en Madrid.

A nivel internacional, destacan lugares icónicos como el Parlamento de Westminster, en Londres, la Basílica del Sacré-Coeur, en París, o el Cristo Redentor de Río de Janeiro.

La Semana Roja, que se extenderá hasta el próximo viernes, comenzó en la tarde de ayer en Covadonga con una vigilia de oración por los cristianos perseguidos, presidida por el Abad del Santuario, David Cueto, quien subrayó la importancia de esta iniciativa: "Se trata de recordar que, en muchos lugares, el simple hecho de ser cristiano supone persecución, incluso con riesgo de perder la vida. Aquí vivimos cómodos, pero hay sitios donde practicar la fe es muy complicado".

La persecución por razones religiosas no es algo nuevo. Ya en el imperio romano la iglesia sufrió innumerables olas de opresión hasta que el emperador Constantino decidió adoptar el cristianismo como religión oficial de Roma en el año 313 d.C.

Hubo quienes ayer, a las puertas del templo, se preguntaban cómo era posible que este tipo de situaciones siguieran existiendo en pleno siglo XXI. Ante esta inquietud, el Abad compartió con los asistentes a la misa una experiencia personal vivida durante su época misional en África. Relató el caso de una joven de quince años que se vio obligada a abandonar su poblado tras recibir amenazas de muerte por haber abrazado el cristianismo.

No obstante, David Cueto también destacó que la persecución no se refiere únicamente a una cuestión letal o física, sino que, en países como España, también existe cierta forma de discriminación no tan visible y tan cruda, pero igualmente dañina para quienes desean vivir su fe de manera libre y abierta: "Puede haber otro tipo de persecución a lo mejor más silenciosa y sutil. No es fácil ser cristiano en Europa, porque no es algo que precisamente esté de moda. Está señalado y se ve como algo del pasado", añadió.

En su mensaje, Cueto quiso hacer hincapié en la importancia que tiene la fe para dar respuesta a las preguntas vitales del ser humano: "En los jóvenes de hoy parece haber desaparecido la palabra Dios, pero las preguntas que se hacen son vitales: por qué existo, por qué sufro, por qué la muerte... La fe tiene una respuesta para todo eso", reflexionó el sacerdote.

Covadonga, que siempre ha colaborado con la ACN, lo hace por primera vez en esta propuesta "preciosa y necesaria", en palabras del abad, que busca ser una llamada de atención y remover la conciencia de los propios cristianos. La Basílica del Real Sitio permanecerá iluminada de rojo cada noche, de 18:30 a 22:00 horas, hasta el domingo 24 de noviembre. Este gesto, aunque simbólico, recuerda la importancia de la libertad religiosa, sea cual sea la creencia.