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J. Quince
Ver galería >Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
J. QUINCE
Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
J. QUINCE
Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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Hay muchas formas de celebrar el Año Nuevo, pero pocas tan curiosas y divertidas como la que tiene lugar cada 1 de enero en San Juan de Beleño, en Ponga. Cientos de personas, atraídas por el buen tiempo, se reunieron ayer en las calles de la capital del concejo para disfrutar de una tradición ancestral que cada vez tiene más impulso. El sol al filo del mediodía empezaba a avivar los nervios de aquellos que aguardaban con ganas la llegada del Guirria, el principal protagonista de esta jornada festiva. Se trata de un personaje enmascarado que, escoltado por una treintena de jinetes, reparte suerte robando besos y abrazos a las mujeres y tirando ceniza a aquellos que tratan de impedirlo.
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