La ruta premiada que todo asturiano debería conocer: "Es cortita, asequible y se ven animalinos"

Hace varios años que el concejo de Onís trabaja el sector del ecoturismo, dándole protagonismo a la naturaleza, pero también a la historia y a las tradiciones. Como parte de esa oferta, figura la Senda Ornitológica del Río Güeña. Este trayecto, junto a la ruta a la cascada de Nonaya, en Salas, acaba de ser reconocido como "Senda Azul", de la organización Sendas Azules de España. Todo un espaldarazo para su promoción.

Clara Casanova García fue, hasta el pasado 31 de diciembre, la gerente del Plan de Sostenibilidad Turística de Onís. Ayer, no podía ocultar su satisfacción por este logro. "Es una gran noticia para el concejo. Esta senda, de las doce rutas que tenemos, es sobre la que más preguntan. Es cortita, asequible a todo el mundo y en ella puedes ver animalinos, sobre todo, pájaros. Y conocer un poco más de cuanto tiene que ver con el bosque de ribera", cuenta. Un dato que destaca es que la ruta existe "desde siempre". Para ponerla en valor, se procedió a limpiarla y rehabilitarla por completo. "Los vecinos lo han agradecido un montón ", indica Casanova.

Fueron miembros de la Fundación Quebrantahuesos quienes redactaron la parte más técnica de los paneles informativos junto al Centro de Visitantes, donde se inicia la ruta; además de realizar los comederos para las aves o el observatorio, a pie de la senda, con la ayuda de alumnos del colegio local. "Los chavales eligieron seis elementos a lo largo de la ruta: un molino, un castaño, un hórreo... Hicieron un texto y lo trasladaron a audios en castellano, asturiano e inglés que el viajero puede escuchar, a lo largo de toda la senda, donde están los códigos QR, además de estar siempre informado con los paneles", subraya Casanova.

La Senda Ornitológica del Güeña, de 1,3 kilómetros, es un precioso sendero junto al río habitado por diferentes pájaros, tanto del bosque de ribera, como de río o los habituales en praderías y pueblos. Incluso en invierno, con los árboles a la espera de llenarse de hojas en la primavera, es un paseo delicioso. Para esta licenciada en Ciencias Ambientales, su reconocimiento como "Sendero Azul" "permite poner aún más en el mapa a Onís" dentro del ecoturismo.

"Irme con este reconocimiento me deja buen sabor de boca, esto es un trabajo de un equipo donde creemos en un turismo sostenible", relata. También encantados estaban ayer los guías de montaña Silvia Givogre y Sergio Álvarez. "Es muy buena noticia, el trabajo que realizaron aquí es fantástico. Hay grupos de colegios que vienen a hacer esta actividad", decía él. Por su parte, ella destacaba que "no es un camino complicado, todo lo contrario". "Aquí hubo mucho trabajo para recuperarlo y lograr esta senda tan bonita y tan bien señalizada", añadía.

El programa Sendero Azul premia la recuperación de senderos y caminos, transformados en valiosos recursos para la educación ambiental y el disfrute de la Naturaleza, con actividades turísticas sostenibles. Su impulsor es el escritor y gastrónomo avilesino Carlos Guardado. "Yo lo propuse hace 14 años en el Congreso Mundial de Banderas Azules celebrado en Huelva. Si existía este distinto para playas y puertos, ¿por qué no también para senderos que cumplan los requisitos?", comenta, satisfecho de que Asturias haya añadido dos este año, hasta sumar ocho.